Parte II: Encontrarte

208 30 13
                                    

Forget her// Girl in red

¿Han sentido alguna vez que alguien los complementa? Cómo sí, no fuera necesario decir algo o pedirlo porque tu persona lo sabrá al instante ¿lo entienden? Fantástico, porque Harry estaba muriendo por dentro.

Nadie entendía sus bromas o su sarcasmo. Nadie preparaba el café con la cantidad necesaria de leche que a él le gustaba. Nadie le decía lo bien que olía su perfume, incluso aunque lo hayan sentido miles de veces. Nadie le dejaba notitas con su desayuno con acertijos que debía adivinar al final del día. Simplemente nadie era Louis. Sus compañeros le parecían cada vez más irritantes. Odiaba el café que Zayn compraba. Su vida era completamente monótona e infeliz.

Si cerraba los ojos podía recordar con exactitud cada momento en el que Louis lo hizo sonreír. Al principio era solo un chico raro que no tenía nada especial, como cualquiera, pero cada vez que descubría algo nuevo del menor, simplemente maravillaba a Harry. Odiaba el verano, pero amaba ir a la playa y ver el mar. Odiaba levantarse temprano, pero amaba las rutinas de las mañanas. Odiaba las películas románticas, pero siempre lo hacían llorar. Amaba al rizado cuando hubiera sido mejor que lo odiase desde un principio.

Se encontraba en el desayunador, revolviendo una taza de té, sin azúcar y sin leche, sólo un frío e insípido té.

—Deberías comer algo con eso Harry—sugirió su amigo.

—¿Cuál es el punto? Seguirá siendo el mismo té sin gracia.

Zayn suspiró. Le dolía ver a su amigo así, pero aunque no lo admitiera sabía que el rizado lo tenía, en parte, algo merecido. Harry también lo sabía.

—Deberíamos salir—dijo el moreno de repente—. Tú, yo y compañeros del trabajo.

—¡Yey!—festejó sarcástico—. No estoy de ánimo para salir Zayn.

—Por favor Hazz, unas cuantas copas, yo invito. Por lo menos una hora.

Harry lo pensó ¿qué otra cosa podría hacer? ¿Quedarse en casa, deprimido y pensando en Louis? Eran demasiadas noches haciendo lo mismo, incluso estaba fallando en el trabajo por ello.

—Bien—contestó sin estar muy convencido—Zayn celebró—, pero sólo una hora—advirtió.

—Por supuesto—contestó su amigo con una gran sonrisa de triunfo.

-------

La música estaba excesivamente fuerte, Harry podía sentir como sus oídos vibraban al compás de los parlantes, lo odiaba.

La gente a su alrededor bailaba, eran felices y el rizado los envidiaba. Había parejas besándose, tomándose fotos o simplemente vibrando en la órbita del otro ¿cómo se atrevían a burlarse así de su pesar? Sí, estaba haciendo del mundo un maldito problema, era como un señor viejo y amargado. Zayn lo había notado.

—Ten—dijo entregándole un trago—. Cambia esa cara, ven, mis compañeros trajeron a más personas. Te hará bien.

Harry siguió a Zayn, siendo empujado por varias personas en el camino. Algunos derramaban bebidas en sus amadas botas y otras le echaban humo de cigarros en la cara.

Imbéciles.

—¡Zayn!—gritaron algunas personas al unísono y éste contestó alegremente, dando la mano a algunos y abrazando a otros.

Todos parecían ser muy simpáticos. Bueno, al menos creía que nadie lo patería en zonas bajas.

—¡Éste es mi amigo Harry!—gritó ante el bullicio, animando a Harry a que los saludara.

Do me a favour (L.S)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora