The Guardian

#8 Camino a El bosque de Etruria

-Me largo a mi habitación - dijo la muchacha mientras se quitaba la capa y se la colocaba en el brazo derecho y suspiraba.

Todos se quedaron callados ante la presencia de aquella chica de cabellos negros y piel blanca.

Subió las escaleras y no dejo que se contemplara ninguna facción de su rostro.

-Ella es... Sachi .- dijo Tara con un tono preocupado
-No le des importancia Lyris ella es así, pues le cuesta mucho acostumbrarse a gente que no conoce
-Mmm ya veo no te preocupes yo también soy así por eso no tengo muchos... amigos...
-Te sucede algo Lyris?
-Acabo de recordar algo, solo eso.

Hermanos... compañeros de vida, lo recuerdo bien, me lo dijo la anciana, aunque no recuerdo bien sus aspectos, mejor dicho, que tipo de animales eran.

-Bueno nosotros nos retiramos, descansen . - dijo Irinea y Sebastian
-Hoy nos toca recoger.- dijo Tara a Havius
-*Suspiro* no me lo recuerdes
-Pues si no ahi nada más que decir, te mostrare tu habitación. - dijo Félix - sígueme.

El segundo piso era un pasillo de 3 habitaciones de cada lado y un estandarte de un dragón al fondo.

-Tu habitación es esta. - dijo abriendo la última puerta del lado derecho.- Descansa, yo prepararé lo necesario para partir en la mañana, Tara te quería dar algo solo que no ha terminado para que estés atenta, aah y algo más ¿no traes cosas contigo?
-Pues solamente... mi bolsa con esta navaja, una linterna y este collar.
-¿Dondé conseguiste ese collar?
-Me lo dio mi madre, ahi algún problema?
-Eeh no no, descansa
-Félix!
-¿Que pasa? Por qué detienes la puerta?
-Bueno solo quería agradecerte por toda tu ayuda y la de tu familia
-Haha bueno no es nada solo... descansa ¿si?, buenas noches.- Me dijo con una sonrisa y mientras cerraba la puerta escuche como susurraba familia
-Buenas noches .- le respondí

Abrí la ventana de la habitación y un aire fresco y suave paso por mi rostro, sentí una tranquilidad como nunca antes, era maravilloso, mejor que cualquier buen recuerdo que hasta ahora no los tengo todos muy presentes en mi cabeza, solo el de aquella anciana y todo lo que ocurrió después.

*Toc toc* golpearon la puerta.- Lyris soy yo Tara, vine a traerte unas ropas para dormir
- Oooh gracias, ¿esto era lo que querías entregarme?
-Si, bueno son ropas para dormir y no te preocupes no están usadas, son nuevas
-Te lo agradezco mucho
-No hay de que, descansa .- dijo amablemente y cerró la puerta.

Era una blusa blanca y un pantalón cafés, una vestimenta cómoda y simple. Me vestí y un poco retirado de la ventana había un ropero a la cuál me diriji a colocar mi ropa que anteriormente traía puesta, abrí el ropero y estaba casi vacío excepto por un vestido totalmente negro, tenía falda y mallas junto, tenia el talle desde la cintura hasta el cuello (vestido de la portada) con unas botines sin tacón visible también negras, me llamo bastante la atención pero decidí dejarlo tal y como estaba, coloque mi ropa y cerré el ropero, otro desastre por mi culpa no me ayudaría del todo. Quite la sabana blanca de la cama, me acosté y al poco rato me quede dormida.

Me encontraba en un lugar oscuro y húmedo, parecía una cárcel, pues recorrí toda la habitación y tres de aquellas paredes eran de ladrillo y una de barrotes fríos y húmedos. Llevaba la blusa blanca y el pantalón café, pero iba descalza. Salí por la puerta que ya estaba prácticamente en el piso y a lo lejos pude ver una antorcha encendida, me encamine hacia ella sobre el piso algo hundido en agua, unas celdas después y con un poco más de seguridad, tomé aquella antorcha de la pared colocada y seguí caminado hacía adelante... celdas, celdas y más celdas, traté de tomar un rumbo diferente con la esperanza de encontrar a alguien u otro lugar que no fuera aquel pasillo sin fin, pero fue inútil, todo estaba abandonado.