Capítulo 8

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Harry toma aire mientras camina hasta la sala, con una alegre Iris detrás de él, y Louis, quien sonríe tranquilo como si aquella situación fuera de lo más normal.
El rizado mentiría si dijera que no estaba completamente de los nervios por su presencia. Pero fingir que todo iba bien era una de sus muchas cualidades.

—Louis, hola -Niall saluda desde el sofá con algo de sorpresa, acompañado de las demás niñas que se encuentran a su lado-

—¡Entrenador Louis! -Aleix exclama con alegría, sus ojos grises brillando con ilusión al verlo-

—Hola Aleix -El mayor sonríe con cariño.-

La forma en la que todos los niños parecían adorar a Louis solo hacía que el débil corazón del rizado se derritiera.

Iris entonces corre hasta el sofá, subiéndose encima de su tío Niall para seguidamente abrazarlo con fuerza.

—¿Has visto Niall? El entrenador Lou ha venido a mi cumpleaños. -Anuncia con emoción y orgullo, haciendo que Louis sienta cierto calor en el pecho. Es cuanto menos, una sensación reconfortante-

—Sí, amor -Le sonríe, acariciando su mejilla-

Harry mira la escena con una sonrisa,
mientras Iris pone la película de Tiana y el sapo en el televisor. Intenta apartar los pensamientos negativos, aquellos que le piden a gritos que se esconda porque en cualquier momento Louis podría confrontarlo por lo sucedido la última vez que se vieron.

—Iré a preparar un poco de té. -Avisa, finalmente rindiéndose. Y Niall asiente sin apartar la mirada del televisor-

Supone que la cocina era un buen escondite. Así que entra en su gran cocina y mientras busca la tetera en los armarios, piensa en qué excusa poner para quedarse allí hasta que Louis se vaya.

—¿Te importa que te haga compañía? -La voz de Louis se hace presente en la cocina, sobresaltando al más alto que casi tira la tetera al suelo-

Quizás no. Quizás necesitaba un mejor escondite.

—No -Carraspea, intentando aparentar lo más normal posible- Adelante.

Louis entra en la cocina, cerrando la puerta detrás de él, haciendo que que el cuerpo entero de Harry se tense. En un intento de distraerse de su presencia, pone el agua a hervir.

—Espero que no haya sido una sorpresa que haya aparecido. -Louis dice, rompiendo el silencio. Mientras Harry se propone no mirarlo- Iris me dijo que estabas de acuerdo con que viniera cuando me dio la invitación.

Harry se muerde el labio, y no entiende en qué momento Iris se ha vuelto tan descarada. Sabía que su pequeña sólo quería ayudar, pero no puede evitar sentir molestia. No quería acercarse a Louis, porque sabía que no podría controlar a su desesperado corazón.

Y no podía permitirse tenerlo roto de nuevo, no lo soportaría.

—No te preocupes. -Evita el tema, fingiendo una sonrisa-

Se quedan en silencio una vez más, y Harry dirige su mirada al suelo porque no se atreve a mirar al castaño a los ojos. Pero Louis lo mira, con aquella mirada que decía más que las palabras.

Harry se veía tan extrañamente bien en aquel cardigan blanco, con su cabello recogido en un pequeño moño y unos pantalones deportivos grises llenos de manchas de harina. Era tan hogareño, Louis tan solo quería abrazarlo y enterrar su nariz en el hueco de su cuello, quería ayudarlo a hacer el té y verlo ponerse así de nervioso con tan solo su presencia.

—¿He hecho algo mal, Harry? -Dice finalmente, volviendo a la realidad.-

—¿Qué? -Frunce el ceño mientras levanta su mirada, finalmente el verde chocándose con el azul- Claro que no.

¡Entrenador Lou! - l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora