Capítulo 9

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—¡Funcionó, viniste a mi cumpleaños! -Es lo que la pequeña Iris exclama al llegar al campo de fútbol aquella tarde, abrazando con fuerza las piernas de su entrenador- Papá está más contento ahora

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—¡Funcionó, viniste a mi cumpleaños! -Es lo que la pequeña Iris exclama al llegar al campo de fútbol aquella tarde, abrazando con fuerza las piernas de su entrenador- Papá está más contento ahora.

—Y yo también -Louis dice acariciando su mejilla con dulzura- ¿Te gustó tu regalo?

—¡Me encantó!

El regalo de Louis se había basado en una pelota de fútbol y un pijama de pequeños patos, ya que Iris le mencionó una vez que eran su animal favorito. Y se puede decir que la pequeña lo llevó puesto el resto del cumpleaños.

—Luego me cuentas ¿Vale? Ahora vamos a calentar. -Iris asiente emocionada, dejando su mochila en el suelo y corriendo hasta el grupo de niños-

Mientras estos empiezan a calentar, Louis solo puede pensar en el fin de semana, en cómo Harry había sonreído tímidamente cada vez que se miraban, en cómo Harry era un padre increíble y en cómo sus ojos brillaban al mirar a su hija. Siendo totalmente honesto, a Louis nunca se le había pasado por la cabeza estar con alguien que tuviera un hijo, pero por alguna razón, con Harry se sentía bien, diferente. Le encantaba la idea de que con Harry también viniera Iris, le encantaba la idea de tenerlos a los dos.

Se muerde el labio mientras los niños terminan de calentar, intentando apartar sus pensamientos y centrarse en el entrenamiento del día.

Y aunque no podía esperar a ver a Harry aparecer con su cabello recogido y su sonrisa nerviosa, y después de tantos días, volver a tener ese pequeño tiempo para ellos, para hablar en mitad del campo de fútbol mientras el sol se pone, se dice a sí mismo que tan solo tenía que esperar un poco más.

✧.*˗ˏˋ꒰ ⚽️ ꒱

Harry había estado tan sumergido en su trabajo aquella tarde, que no se dio cuenta de la hora que era. Y cuando finalmente sale de casa, ya va diez minutos tarde.

Por suerte solo le toma diez minutos más llegar hasta allí, y cuando lo hace, siente que finalmente puede respirar.

—¡Papi! -Iris grita mientras corre hasta él con la mayor sonrisa en su rostro- Estás lleno de harina, papi.

Puede escuchar la risa de Louis ante las palabras de su hija, y siente un calor agradable en su pecho. Había salido tan rápido de casa que ni siquiera se detuvo a verse en el espejo.

Seguramente estaba hecho un desastre, y un poco de vergüenza recorre su cuerpo.

—Siento llegar tarde -Es todo lo que dice, dirigiendo su mirada al castaño-

¡Entrenador Lou! - l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora