Capítulo 11

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La sala de golpe se encuentra en silencio, y Harry siente la emoción burbujeando en la boca de su estómago. A pesar de que la noche iba a ser junto a Iris, la idea de tener a Louis solo para él ahora no suena para nada mal.

—Hey abuelo, al parecer nos hemos quedado solos -Louis dice con una sonrisa divertida dejando el bol de palomitas sobre la mesita de café.-

Harry lo mira, y se muere por besarlo, por acariciar su cabello castaño y descubrir si es tan suave como parece, se muere por entrelazar su mano con la de Louis y quedarse así eternamente. Pero sin embargo, se limita a sonreír. Había algo en lo cómodo que se sentía con el castaño que hacía que Harry quisiera sentarse en su regazo y besarlo durante horas, quizás hasta que el sol saliera y las estrellas fueran invisibles.

—Eso parece -Susurra mirándolo con un leve sonrojo por sus propios pensamientos, y agradece que la única luz que hay en la sala sea la del televisor.-

—¿Quieres que me vaya? -Louis le pregunta y Harry niega rápidamente-

—No, quédate.

Louis sonríe y Harry podría jurar que sus ojos azules se iluminan en la oscuridad de la noche.

—Si me lo pides así no puedo negarme -Harry sonríe, enseñando sus dos hoyuelos- ¿Seguimos viendo la película? Sorprendentemente me está gustando bastante.

—Te emocionas con unos nuggets de dinosaurios, ya nada me sorprende -Dice divertido a lo que Louis rueda los ojos-

Harry pone de nuevo la película, sentándose un tanto alejado de Louis y comenzando a jugar con las mangas de su suéter un tanto nervioso. Siente la mirada de Louis sobre él, pero no se atreve a mirarlo de vuelta, tan solo mantiene su mirada clavada en la película y pretende que su corazón no está desbocado.

—Ven aquí -Louis dice en un susurro haciendo que Harry finalmente lo mire.-

Louis abre levemente los brazos y deja un hueco a su lado para que Harry pudiera tumbarse con él, y el corazón del rizado parece detenerse de golpe. Sonríe nervioso antes de acercarse hasta Louis, tumbándose con cuidado justo a su lado.

Louis no parece muy satisfecho, así que coloca su brazo por debajo del cuerpo de Harry y lo pega más a él. Seguidamente toma una de las mantas que se encuentran esparcidas por el sofá y tapa al rizado, dejando un beso en su frente antes de abrazarlo.

Harry siente cómo todo su cuerpo se llena de calor ante eso, y tiene una sensación tan agradable en su pecho que quiere taparse el rostro con una almohada y gritar de la emoción. Eso era lo que Harry siempre había anhelado, sentir ese cálido sentimiento en su pecho que gritaba "esto es todo lo que buscabas, así es como se siente"

—¿Estás bien? -Louis pregunta en voz baja, mirándolo con ojos brillosos. Y Harry siente las malditas mariposas revolotear sin cesar de un lado a otro-

—Sí -Susurra mirándolo a los ojos-

—Bien -Asiente con una pequeña sonrisa-

Louis vuelve a dirigir su atención a la película, pero Harry no puede concentrarse en nada más que no sea él. En Louis abrazándolo, en su aroma y en cómo se veía tan tranquilo viendo una estúpida película para niños.

Harry podría quedarse horas observándolo, tan solo analizando cada pequeña parte de él.

—Louis -Lo llama entonces en un murmuro que apenas puede escucharse sobre el sonido de la televisión, pero Louis lo mira-

—¿Si? -Pregunta, poniendo ahora toda su atención en el rizado-

Hay tantas cosas que Harry quiere decir, tantas cosas que desea que Louis sepa. Pero ni siquiera sabe por dónde empezar.

¡Entrenador Lou! - l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora