Duelo de amor

El comienzo

Puedo sentir como mi cuerpo es consumido por las llamas, es un fuego que recorre cada milímetro de mi cuerpo y lo consume, dejando un dolor infernal que no hace más que obligarme a soltar sonidos lastimeros desde lo más profundo de mi garganta. Siento que un pedazo de mi corazón se va a salir por la boca, el ardor de mi garganta me obliga a caer de rodillas en busca de algo de piedad, pues el dolor es tan grande que siento que en cualquier momento podre morir. Mis ojos se van a quedar sin lágrimas, todo es su maldita culpa, ni siquiera lo conozco, no me dio la oportunidad de conocernos, en mi mente se repite la misma pregunta una y otra vez ¿por qué a mí?

En mi pecho está esa presión que me hace respirar con dificultad y debo tensar un poco la mandíbula antes de soltar, de lo más profundo de mi ser, un grito de desesperación y dolor; mi garganta sufre un pequeño desgarro por el alarido que emito, mis manos se cierran con fuerza y puedo sentir como la sangre empieza a escurrir en ellas, pues mis uñas se enterraron tanto en mis palmas que me hicieron de forma inminente. No puedo seguir, mi cuerpo en cualquier momento va a explotar y moriré en este maldito bosque. Cada vez me es más difícil tomar oxígeno y cuando intento abrir la boca para tomar aire, de ella solo salen más sonidos lastimeros. Empiezo a toser con fuerza, siento en mi boca el sabor metálico de mi sangre y por un momento creo que la muerte por fin ha llegado a mí, pero no es así. Comienzo a toser con fuerza, cuando termino me doy cuenta de que son pétalos de rosas lo que comienzan a salir de mí. Quiero gritar lleno de terror, más no me da tiempo ni de maldecir, en un momento siento que mi vista se nubla y caigo en la oscuridad, pero en mi mente sigue una pregunta: ¿por qué a mí?