Libro 5: Harry Potter Male Reader

Capítulo 42: El Ministerio de Magia

"¡Nunca volveré a hacer eso!" Ron dijo bajándose de su Thestral.

"¿Peor que el autobús noctámbulo?" (T/n) le preguntó, bajando de su Thestral y ayudando a Hermione a bajar.

"Al menos pude ver el Autobús Noctámbulo" dijo Ron con amargura. 

"Caramba, me olvidé de que muchos no pueden verlos", dijo (T/n). "Debe haber sido realmente genial".

"¡Aqui!" Harry los llamó desde una cabina telefónica. Los demás corrieron hacia él y se metieron en la caja.

"Quien esté más cerca del receptor marque seis dos cuatro cuatro dos" dijo Harry, aplastado en la esquina.

Ron dobló su brazo en un ángulo extraño y marcó el número.

"Bienvenido al Ministerio de Magia, por favor indique su nombre y negocio", dijo una fría voz femenina desde el teléfono.

Harry respiró hondo "Harry Potter, Hermione Granger, Ron y Ginny Weasley, (T/n) y Richie (A/p), Neville Longbottom y Luna Lovegood, estamos aquí para salvar a alguien... a menos que tu Ministerio pueda hacerlo primero!" Harry dijo rápidamente.

"Gracias. Por favor, tome las insignias y péguelas al frente de sus túnicas". Ocho insignias cayeron de la ranura de cambio, y Ginny las recogió y se las entregó a todos.

"El Ministerio de Magia les desea una agradable velada". dijo la voz. Y la cabina del teléfono comenzó a descender.

Eventualmente llegaron al Ministerio, las puertas de la cabina telefónica se abrieron y salieron de la cabina.

"Entonces, ¿ahora hacía donde?" (T/n) preguntó mirando alrededor.

"Allí" dijo Harry señalando alrededor de una docena de ascensores al final del pasillo. Corrieron por el pasillo, hacia uno de los ascensores, y Harry apretó uno de los botones.

El ascensor comenzó a moverse hacia abajo y después de un rato se detuvo. "Departamento de Misterios" dijo la voz femenina, y la rejilla del ascensor se abrió.

Harry los condujo por el pasillo hasta una simple puerta negra que se abrió cuando Harry la tocó.

Ahora estamos de pie en una gran sala circular que estaba cubierta de puertas. Todo en la habitación era negro, incluyendo la pared, el techo, el piso y las puertas que estaban espaciadas uniformemente alrededor de la pared. 

Entre cada una de estas puertas había una antorcha que ardía con una tenue llama azul. La fría luz azul se refleja en el mármol y le da al piso un efecto de agua brillante.