Capítulo 2. El nudo en mi garganta

15 2 4
                                    


Pasaron dos semanas sin tener casi contacto con Sasuke, Kabuto me invitaba a salir de vez en cuando, para animarme un poco, hablaba mucho conmigo y me ayudaba a ver las cosas desde otra perspectiva, sentí mucho su apoyo en esos momentos, así como el de Ino y Temari, el sentimiento de tristeza no se iba, por más que me esforzaba en no pensar más en el asunto, los pensamientos iban y venían a veces sin control, uno de esos días, que más decaída estaba, Ino, Temari y yo quedamos con Kabuto, el llevó a sus amigas más cercanas también, fue un día divertido, me sentí como antes de que todo se complicara en mi interior, últimamente Sasuke estaba muy ocupado entre su trabajo de medio tiempo y las tareas, una parte, muy grande de mí seguía anhelando su presencia, me resultaba tan difícil "soltarme" de él, sabía que tenía que dejar todo eso de lado y seguir adelante o terminaría perdiéndome en estos sentimientos unilaterales.

-Sakura, dime, ¿Qué piensas de Kabuto?

-Déjala Kin, no le estés preguntando esas cosas,

-No, está bien, no me molesta, el... Me agrada, siento que puedo apoyarme en él para lo que necesite, es un buen amigo.

- ¿Nunca lo has considerado como un novio potencial?

- ¡¿Ahora tu Konan?!

-Tranquila Hanare, solo tenemos curiosidad, ¿verdad Kin?

-Así es, es solo que, bueno, vemos que se llevan muy bien, aparte, nosotras queremos mucho a Kabuto, y Sakura es una buena chica, sería lindo si decidieran iniciar una relación, creo que en definitiva funcionaría.

-Bueno, yo no lo he considerado, creo que

- ¡Te apoyaremos Sakura! -Me interrumpió abruptamente elevando su voz, incluso me hizo dar un pequeño brinco en mi silla- Créenos no te arrepentirías de salir con él, es un chico excepcional

Aún cuando Hanare estaba un poco en contra de las preguntas que Kin y Konan me estaban haciendo, al final las tres, casi al unísono me desearon buena suerte, me sentí un poco presionada debido a si insistencia, se había vuelto casi una regla, que cada que salíamos, ellas venían con nosotros, siempre encontraban la oportunidad para hablarme bien de Kabuto, poco a poco comencé a notar más y más las cualidades que tanto resaltaban, me resultaba más cómodo y agradable pasar mi tiempo con él, aunque habían partes de su personalidad que me resultaban un poco molestas, como su irreverencia ante algunas personas o situaciones, a veces discutíamos por tener diferentes puntos de vista, pero no eran discusiones graves, cada quien aclaraba su punto y seguíamos como si nada, uno de esos días en los que estaba pensativa, sentada en una de las bancas del campus, llegó de repente.

-Sakura, hola ¿Qué haces tan pensativa?

-Kabuto... Hola, no es nada, solo... no dormí bien

-...Seguro... ¿Has hablado con Sasuke últimamente?

-Si, hablamos por la mañana un rato y ayer me invitó a su casa a ver una película, ya puedo decir que me siento más cómoda a su alrededor, casi como antes

-Y ¿Estás bien con eso? Es decir, bueno ya sabes

-Estoy completamente bien, quiero regresar a como era nuestra relación

-Sabes que te apoyo, solo no quiero que te siga lastimando más

-Está bien, el en realidad no hace nada adrede para hacerme daño, soy yo con mis pensamientos inútiles, aunque cada vez vienen a mi con menos frecuencia, pronto estaré completamente bien.

No era mentira, cada vez menos, sentía ese nudo doloroso en la garganta a causa de él, deseaba regresar a mis sentimientos de antes de enamorarme, sin importar lo que pasara, lo quería tanto, era su existencia muy importante para mí, como para encapricharme y a fuerzas querer que correspondiera a mi amor, me conformaba con estar en su vida, si él solo podía verme como su amiga, entonces permanecería de ese modo, poco a poco me estaba forzando a dejar esos sentimientos de lado, con tal de que me permitiera estar con él, decidí apoyarlo en lo que hiciera y con quien decidiera estar, quería verlo feliz y ser partícipe de esa felicidad, aunque fuera de manera indirecta, después de todo, estos sentimientos que nunca serían correspondidos, en algún momento dejarían de existir, sería libre y podría volver a verlo a los ojos sin un deseo oculto.

Mis sentimientos por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora