Parte única

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Hola!

Ali vuelve a este fandom cual ave fénix!

De las cenizas que me tiene esta recta final de manga (sigo llorando porque mi bebé Katsuki perdió un brazo *sniff sniff*), traigo este fic que se suponía iba a salir en mayo, PERO... cosas pasan, cosas suceden y se dio la oportunidad con este hermosa week!

Ya le había echado el ojo a esta ship y al fin pude escribir algo de ellos OwO

Sin más, a leer!

ADVERTENCIAS:

-AU!Moderno

-AU!Almas Gemelas

-Diferencia de edad

-Ochako adulta

-Katsuki adolescente

-Angst

~°*†*°~+~°*†*°~

Ochako debía estar sonriente, pero la realidad era diferente. Las mejillas estaban empapadas, seguramente el rímel se le había corrido y sus ojos se asemejaban a los de un mapache. Todo eso no importaba, no cuando el tatuaje con forma de corazón —que todos los afortunados poseían— estaba ahí en la muñeca izquierda.

No estaba segura si debía agradecerle a Tsuyu-chan por insistirle en ir a la ceremonia de Las Estrellas Gemelas que ocurría cada cuatro años (en enero) o reprocharle por darle un mal consejo. En dicha ceremonia todos los considerados "estrellas solitarias" asistían para que una sacerdotisa les diera a beber de un agua sagrada la cual ayudaría a manifestar la prueba inequívoca de que el alma gemela había nacido o estaba con vida: un tatuaje con forma de corazón.

Practicar este ritual podía convertirse en una buena fortuna o una desgracia. Por regla universal no escrita a los catorce años los jóvenes asistían a la ceremonia por primera vez, con la esperanza de saber si su alma gemela existía en esa reencarnación. Si se obtenía el tatuaje, la sacerdotisa procedería a leer las Cartas Reales en las que determinaría la edad, el sexo, donde residía actualmente y el nombre. Había casos en los que las otras mitades ya eran amigos o, incluso, la pareja actual. Obviamente, existían casos en los que las personas destinadas no entraban en los estándares de la sociedad, como ser asesinos, estar en prisión o en situaciones que darían mucho de qué hablar (como que ser parientes). Por lo mismo, estaba la opción de disolución, en la cual la sacerdotisa cortaría el vínculo entre ambas almas, dejándolas libres de toda atadura y ser candidatas para otras solitarias.

No obstante, si el tatuaje no se dibujaba en la muñeca, podía significar: 1) aún no nacía, 2) había fallecido antes de tiempo, o 3) todavía no realizaba el ritual.

Ochako estuvo a punto de disolver la conexión con su alma gemela en el instante que la sacerdotisa terminó de leer las Cartas Reales. Porque, en esta quinta ceremonia a la que asistía, supo que su alma gemela estaba con vida, que era un varón japonés de nombre Katsuki Bakugo y tenía catorce años. El brillo en sus ojos se desvaneció en cuanto la edad fue revelada. Ella tenía tres décadas a cuestas, era una mujer madura con una vida prácticamente hecha. Por un momento, deseó creer que en realidad su otra mitad era de esos que se abstenían de asistir a la ceremonia, sin embargo, el tatuaje dictaba lo contrario.

¿Por qué tenía que pasarle esto? ¿Qué le diría a...?

Ring ring.

No, no podía ser cierto. No ahora, pensó al ver en la pantalla del móvil el número de su madre. ¿Por qué le dijo que iría a la ceremonia?

El Destino Mayor - [Kachako]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora