SINNERS

HOSPITAL

Nada podía ver, mas que eso, nada podía sentir, mas que horror, ese crudo punzar en mi estomago en el momento que escuche el primer alarido de dolor y miseria que habría dado, mas los gritos histéricos de ayuda que la mujer daba sujetando en brazos a un pequeño ensangrentado, el cual luchaba sujetándose la cara, ese niño no decía palabra, solo gritaba una y otra vez tan fuerte que temía que terminara afónico a este punto rompiéndose las cuerdas vocales, sus heridas estaban dejando grandes charcos de sangre entre el suelo, fue horrible, toda la escena llamo la atención de todos los involucrados, pacientes recién dados de alta, ancianos que fueron a consulta, madres y sus hijos horrorizados viendo todo, la recepcionista que dio el grito a los paramédicos, y yo?, terminando de firmar mi contrato de trabajo en esa misma recepción, mi primer día de trabajo. Los paramédicos corrieron en un resplandor a la acción llevando uno la camilla para trasladar al menor mientras otro intento separarlos por los gritos de ayuda de la mujer, entendíamos la desesperación que gritaba pero no existía oportunidad de dejarlo esperando mas, y a su contrario, manchado de sangre sujetándose la cara entre llantos y alaridos de sufrimiento y dolor inhumano, ella estaba impecable, pero lamentablemente el menor no, parecía que ellos no estaban juntos al momento de todo. Sin mucha prisa y arriesgándose a lastimar a otros con la camilla pasaron corriendo con el paciente en un intento de postrado mientras sus gritos continuaban haciendo un enorme eco del tétrico ambiente, el azotar de las puertas fue el aviso a todo el personal medico que corriéramos al quirófano a empezar una operación tan repentina y de tal calibre, incluso los del departamento de seguridad del hospital trataron de calmar a todo aquel que estuvo presente en la escena mientras la operación continuaba.

Se tuvo que amarrar al infante por sus continuos movimientos bruscos en la camilla manchando todo mas a causa de su perdida de sangre, y así evitábamos que pudiera arrancarse accidentalmente un trozo de su rostro entre el forcejeo, ahí pudimos observar todo, ver el grado de las heridas del niño, su rostro mirando la nada sin parar de gritar hasta que tuve que sujetarle un brazo con una fuerza algo brusca ahora que puedo recordarlo, y me lamento haberle hecho mas daño del sufrido, iba directamente a a ponerle la intravenosa para que la morfina actuara lo antes posible.

Lo había logrado pero el frio se poso encima mio de un segundo a otro, lo que tuve que alzar la vista a esa dirección, y ahí lo vi, mirándome fijamente cuando paro de gritar debido a que alguien le tapo la boca por su bien, pero simplemente me veía de una forma tan perturbadora y inquietante, eso enserio me asusto, no era la persona mas cerca de su radar de visión, porque me vio a mi?.

Tal vez era una simple pregunta que no tenia una respuesta, para la suerte de todos el narcótico había empezado a hacer efecto en el momento que tenían las bolsas de sangre listas, y lentamente su mirada se poso a la nada cerrándose el ojos que tenia viéndome, desde mi angulo no podía ver el otro, aun en esa situación, solo se procedió la operación de reconstrucción facial.

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- Hey!, Vladimir!, como estas?, espera no dormiste de nuevo?.

Hablaría mi compañera de trabajo, una doctora relativamente nueva, pero enserio esta muy bien al día con todo y todos, durante mis ultimas vacaciones ella cuido de Benjamín, me preocupaba un poco que pasara algo o terminara peor el estado de ese chico durante mi ausencia, ya que de todas formas, yo mismo me ofrecí a ser el doctor que lo ayudaría durante su rehabilitación, ocho largos años de un coma, no lo vi venir realmente, quede un poco mal estando sentado al lado de su camilla durante casi un mes esperando que despertara, incluso después de semejante atrocidad su familia habría tardado casi tres o cinco meses en presentarse a verlo, ahí, en cama con la cara vendada mientras estaba conectado al aparato de sus signos vitales.