No comprendía porque mi madre lo negaba, ¿Acaso Aroa no estaba bien? Empezaba a sospechar.
-¿Aroa, te han mordido?- le pregunte
Al oír esa pregunta se le puso la cara pálida. Empecé a mirar todo su cuerpo, ella se tapaba el brazo derecho con la camisa de Martín.
-Enséñame el brazo derecho Aroa- dijo Martín
Martín quito la camisa, Aroa tenía un rasguño no muy profundo en el brazo.
-¿Esto de lo ha hecho un zombi?- dijo Kevin
-Si- dijo con la voz temblorosa
-No, no, no quiero que te transformes mama- dijo Kevin llorando
-Calma, la herida no es muy profunda, puede que no se transforme- dije
-No podemos correr riesgos Paula- dijo Martín
-¡Pero puede que sobreviva!- grito Kevin
-Martín, ¿No la podemos encerrar en un cuarto a ver qué pasa?- dije triste
Intentaba aguantar mis lágrimas, pero no podía.
-Por favor- le dije a Martín con lágrimas en los ojos
-De acuerdo, en el fondo la cicatriz no es muy profunda- dijo Martín
Mi madre empezó a hablar e incluso se levantó del suelo.
-Vámonos dentro, aquí corremos peligro, hay zombis por la zona- dijo
Entramos en la tienda, la cerramos por dentro con unas mesas y nos aseguramos de que todo estaba despejado de cualquier amenaza, ya sea un zombi o un hueco donde pudiesen entrar.
-Una pregunta, ¿Y Arthur?- pregunto Kevin
Es verdad, Arthur, han pasado tantas cosas que no me di cuenta de que nuestro amiguito no estaba con nosotros.
Mi madre y Aroa se miraron.
-No sobrevivió- dijo Aroa
-Cuando esos hombres vinieron Arthur ataco y le dispararon, el pobre no sobrevivió, varios zombis se acercaron a él y... se lo comieron- dijo mi madre
Me quede con la boca abierta, ¿Cómo pueden ser tan insensibles de matar a un animal?, merecen estar ellos muertos y no Arthur.
A Kevin se le saltaban las lágrimas.
-Que hijos de puta- susurro Kevin
-¿Los zombis se lo comieron?- dijo Martín con asombro
-Pues parece que no solo comen personas- dije triste
Intentaba pensar en positivo, fíjate, con el poco tiempo que tuvimos a Arthur le cogí mucho cariño. La gente puede llegar a ser muy cruel.
-¿Ya os encontráis mejor?- pregunto Kevin
-Sí cariño- dijo Aroa
-Claro, solo tengo un poco de hambre- dijo mi madre frotándose la barriga
-Pues no hay comida- dije
-Tenemos que emprender marcha e irnos de aquí cuanto antes- dijo Martín
De repente escuchamos el ruido de un motor.
-¿Qué ha sido ese?- pregunto Aroa
Me asome lo más rápido que pude a la ventana.
-Mierda, son esos hombres- dije susurrando
-¿Cuántos son Paula?- pregunto Martín
-Solo son tres - dije
-Somos cinco contra tres, seguro que podemos contra ellos- dijo Kevin
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Diario de una superviviente
Science FictionPaula es una joven de 14 años, tiene el pelo marrón y largo, con los ojos marrón miel, como todo joven le gusta escuchar música y estar con su móvil. Un día todo cambia, un grupo de infectados están sueltos y atacan a todo ser vivo, lo que ella temí...