Martín me cogió y me saco dela habitación, no sabía exactamente qué pasaba. Lo empuje con todas mis fuerzas y me fui corriendo hacia la habitación de vigilancia, en el suelo estaba mi madre, muerta. Note como las lagrimas se derramaban por el rostro, me senté a su lado y la abracé.
-Martín saca a Paula de la habitación- dijo Aroa
-¡No, dejadme!- dije mientras me aferraba a mi madre
Me di cuenta de que tenía una cuerda en el cuello y una mordida en el brazo derecho, ahora todo tenía más sentido. Me levante y todos me miraron.
-¿La mordieron?- pregunte
Aroa y Martín asintieron con la cabeza. Kevin envió a Carlos fuera, el pequeño estaba asustado y llorando, era mejor que no viese a mi madre en el suelo muerta.
-¡¿Por qué nadie no me ha dicho nada?!- grite enfadada
-Tu madre no quería que lo supieras- dijo Martín
No comprendía porque no me lo dijo antes, todo hubiese sido mejor, tenía tantas cosas que contarle, teníamos tantas cosas que vivir, pero por un solo mordisco todo se fue a la mierda. Aroa se acercó entregándome una nota, la mire extrañada y la abrí, al ver que era la letra de mi madre la cerré, no quería leerlo, no en ese momento.
-Es de tu madre, lo escribió antes de, ya sabes- dijo Aroa secándose las lagrimas
-¿Qué haremos con su cuerpo?- pregunte
-¿Qué quieres hacer?- pregunto Martín
Kevin me miraba con pena, se le notaba que no sabía qué hacer.
-Tenemos que enterarlo- dije secándome las lagrimas
Aguante mis lágrimas, tenía que ser fuerte. Guarde la nota de mi madre en el bolsillo, cuando estuviese preparada ya lo leería. Escuchamos un grito, era Carlos. Nos miramos todos y salimos lo más rápido que pudimos.
-¿Qué ocurre?- pregunto Kevin
Carlos corriendo se puso detrás de mí y señalo las ventanas. Muchos zombis estaban por fuera intentando entrar, no comprendía porque habían tantos zombis juntos. Mire por toda la tienda para ver si había algún lugar por donde pudiesen entrar. Cerramos bien la puerta principal con unos tablones, los pusimos y nos alejamos.
-¿Por qué tantos zombis?- pregunto Aroa
-Puede que hiciésemos mucho ruido- dijo Martín
Por mucho que hiciésemos ruido no creo que los zombis lo escuchasen, tenía que ser por algo más. Pensad, es de noche, todo está oscuro menos la tienda que emite luz, los zombis se guiaron por eso, vieron la luz. Corrí hacia los contadores y abrí la caja, los demás extrañados me siguieron.
-¿Cómo se cierra la luz?- pregunte
-¿Para qué quieres apagarla?- pregunto Aroa
-Seguro que no sabéis porque los zombis están por aquí, pensad bien, es de noche y esta tienda es la única que la luz está encendida, vinieron como polillas hacia la luz- dije
-No importa que la apaguemos, ellos siguen sabiendo que estamos aquí y no se marcharan hasta conseguir carne- dijo Kevin
-Lo sé, pero si la dejamos encendida vendrán aún más y se nos será difícil escapar- dije
-¿Escapar?-pregunto Martín- nadie dijo nada de escapar
-¿En serio? ¡¿Prefieres quedarte aquí y esperar a que vengan más y más?!- dije enfadada- lo siento pero no pienso aceptar eso
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Diario de una superviviente
Science FictionPaula es una joven de 14 años, tiene el pelo marrón y largo, con los ojos marrón miel, como todo joven le gusta escuchar música y estar con su móvil. Un día todo cambia, un grupo de infectados están sueltos y atacan a todo ser vivo, lo que ella temí...