Me da mucha rabia mi comportamiento habitual. No me gusta como soy de ninguna manera.
Odio ser sensible ante casi todas las situaciones que se me presentan, y también odio como reacciono, con pena, llegando al punto de llorar y tampoco me gusta eso.
Llorar. Es una de mis acciones menos favoritas pero es la que realizo con mayor frecuencia. Es la que más me agobia, y me duele la cabeza después de hacerla. Me da sueño, mucho sueño.
Lo que más me da rabia de mi misma soy yo, sólo yo.
¿Me odio? Sí, y mucho.
Ojalá muriera hoy.