Vuelve a mí (Alec Lightwood)

CAPITULO 4

Nat

Estaba nerviosa, tanto que nisiquiera pude desayunar tranquila, sabía que este día llegaría pero aún no creí que solicitaran mi presencia tan pronto. Tranquilamente yo podría negarme o ir otro día pero solamente estaría atrasando lo inevitable

- si deseas te puedo acompañar - yo solo negué ante el ofrecimiento de Wanda

- esto es algo que tengo que hacer sola - respondí dándole un trago a mi zumo de manzana. Algo que habrán notado es que me encantan las manzanas

- bien - dijo mi prima

Continuamos con el desayuno normal y luego ambas nos encaminamos a la casa grande porque teníamos que hablar con Quirón y el señor D. Cuando llegamos tocamos la puerta y luego escuchamos un: "pase"

Ambas entramos y nos encontramos con los dos en una entretenida partida que pocker ¿Porqué siempre los encontraba así? No lo sabía

- Natasha, Wanda ¿A qué se debe su visita? - nos preguntó Quirón amablemente - tomen asiento

Ambas nos miramos un poco nerviosas antes de tomar asiento pues les queríamos hacer una pequeña petición y esperábamos que acepten

- pensamos quedarnos un buen tiempo en el campamento - yo fuí la primera en hablar

- no hay problema, ambas saben que este lugar es su hogar y siempre estaremos muy gustosos de recibirlas - dijo Quirón

- también hay otro asunto - habló Wanda

- ¿Qué asunto? - preguntó un poco confundido

- hemos notado que hay muchos campistas mayores que tienen que enseñar a los menores el manejo de armas ya que según tenemos entendido la antigua entrenadora se tuvo que ir del campamento para pasar más tiempo con el brazo que le quedaba, también hay muchos hijos de Hécate que aún no han aprendido a dar todo su potencial con la magia limitándose a hacer pequeñas cosas por la falta de entrenamiento adecuado - dije yo

- ¿Y que proponen? - nos preguntó

- ambas necesitamos un trabajo estable para poder mantenernos ya que no pensamos depender de lo que nos da el campamento o vivir del día a día - con cada palabra que Wanda decía se notaba más nerviosa - necesitamos trabajar y estuvimos pensando que talvez podríamos trabajar aquí

- ¿Aquí? - nos preguntó el señor D también escuchando atentamente nuestra conversación mientras miraba su revista de vinos

- ustedes necesitan a alguien que entrene y ayude a los chicos con el manejo de armas y combates, en especial de las peleas cuerpo a cuerpo pues no pueden depender únicamente de sus armas - hablé yo

- y también necesitan una profesora que les enseñe a los campistas runas, griego antigüo, historia, artes, y muchos cursos más, además, me encargaría de entrenar personalmente el potencial de los hijos de Hécate - continúo Wanda

El señor D y Quirón intercambiaron miradas, parecían estar considerando nuestra propuesta y finalmente fue Quirón el que rompió el tenso silencio

- bien - accedió

- ¿Cuándo empezamos? - preguntó Wanda emocionada

- ¿Qué les parece mañana o en dos días? - nos preguntó

- mañana está bien - respondí yo también emocionada

- bien, suerte - nos felicitó Quirón

- la necesitarán - dijo el señor D - yo no aguanto ni 5 minutos estar con esos mocosos...

- señor D - regañó Quirón

Luego de conversar un rato hacerca del sueldo y los días libres me despedí pues tenía que estar en otro lugar en 30 minutos. Odiaba viajar en el taxi de las hermanas grises pero Argos estaba ocupado y no podía llevarme hasta allá así que no tenía opción