Vuelve a mí (Alec Lightwood)

CAPITULO 2

En una cabaña se encontraban dos hombres teniendo una entretenida partida de pocker, habían apostado una buena cantidad de "dinero" que se llevaría el ganador, aunque, ambos hombres jugaban más por diversión que por dinero ya que no era como si lo necesitaran mucho

El primer hombre llevaba mucha ventaja, se podría decir que era su habilidad ganar en esas clase de juegos. Era algo gordo, tenía barba, llevaba una camisa atigrada, unos pantalones cortos y sandalias de cuero. Mientras jugaba tomaba un sorbo de una lata de Coca Cola

El segundo hombre tenía el cabello color castaño algo largo y ondulado, unos ojos color chocolate, barba, y se encontraba en una silla de ruedas, a su lado había un libro pues le encantaba leer algunas novelas en sus tiempos libres

La partida de ambos hombres se vio interrumpida por la puerta de la cabaña abriéndose y revelando a un niño de 9 años quizás. El primer hombre le lanzó una mirada que claramente dejaba en claro lo disgustado que estaba con el niño por interrumpir la partida, mientras el segundo hombre le lanzaba una mirada interrogativa pues no era muy común que los campistas entren muy seguido a la casa grande

- ¿Que quieres mocoso? - preguntó el primer hombre ojeando su revista de vinos

- ehh... este... yo

- habla rápido Porki, no tenemos todo el día - habló el hombre mientras su mirada seguía perdida en su revista de vinos

- Dioniso - le regañó el hombre en silla de ruedas

- hay una chica afuera, acaba de llegar - dijo el niño, está vez sin trabarse por los nervios

- que raro - murmuró el hombre en silla de ruedas - dile que venga

El niño asintió y salió corriendo como alma que lleva Hades. Ambos hombres esperaron unos minutos y la puerta volvió ser abierta solo que está vez por ella entró una hermosa mujer de cabellos rojizos, una mujer que no veían desde hace ya mucho tiempo

- Nat - susurraron ambos hombres un poco sorprendidos por su visita, Natasha solo sonrió de lado

- lamento venir sin avisar - dijo un poco apenada la pelirroja

Ambos hombres abrazaron fuertemente a la pelirroja pues hace mucho que no la veían. La conocieron cuando ella apenas era una pequeña niña y le agarraron un gran aprecio

- ¿Qué te trae por aquí? - preguntó curioso el hombre en silla de ruedas

- no quiero hablar de eso ahora - comentó Natasha antes de sonreír de lado - pero haré una pequeña excepción con ustedes

Natasha les contó a ambos hombres que los consideraba sus padres. Les contó de todo lo que ocurrió en su vida los últimos años, les contó la situación en la que se encontraba ahora mismo el mundo de las sombras, que se encontraba algo cansada y estresada, y por último su relación fallida con Alec

- que maldito - soltó el señor D

- lenguaje - le reprendió

- ¿Cómo se atreve a hacerte algo como eso? - dijo indignado

- Alec ya tomó su decisión y yo ya tomé la mía - respondió Natasha encogiéndose de hombros

- ¿Y que decidiste? - le preguntó el hombre en silla de ruedas, aunque no la necesitara

- de eso quería hablar con ustedes señor D y Quirón - habló Natasha miando a ambos hombres

- pues adelante - dijo el señor D

- quiero despejar mi mente por un tiempo, necesito relajarme un poco, recuperarme de mi ruptura con Alec y los más importante, quiero alejarme por un tiempo del mundo de las sombras - habló la pelirroja -. Quiero quedarme por un tiempo en el Campamento Mestizo