Capítulo 3. Bienvenida a Afflecks Enterprises

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Me levante antes de la puesta de sol, una mala costumbre que tenia, o buena si duermes constantemente en la cama del enemigo

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Me levante antes de la puesta de sol, una mala costumbre que tenia, o buena si duermes constantemente en la cama del enemigo. Así puedes levantarte antes de que te apuñale, tal vez era un poco desconfiada pero no quería que me pasara algo "inesperado".

Antes de entrar a la ducha entrene un poco con el material de la casa de seguridad, solo tenia una caminadora que encendí rápidamente y pase al menos 40 minutos corriendo sin parar. Luego pase a funcionales, aunque para eso solo habían mancuernas pequeñas, una pelota y un tapete de yoga, después de improvisar algo rápido con el material volví a la habitación.

En mi camino me encontré con Richard durmiendo en el sillón del recibidor, ni siquiera el ruido del entrenamiento le había hecho efecto. Sí que tenia el sueño pesado, o tal vez no había dormido en un buen rato, tal vez no era la única que laboraba en jornadas larguísimas.

Al entrar a la habitación, abrí el gran closet de pared que estaba de lado opuesto al baño. En él me esperaba la ropa que Hardy había enviado de regalo y algunas cosas que de por sí la agencia había adquirido para mí. Alguien se había tomado el tiempo de acomodar la ropa de nueva y dejarla lista en ganchos. Volvía a sentir aquel pesar en la mente de tener mucho pero no tener nada, era muy constante en mí, el despojo de todo lo que tenia me pegaba de maneras que no podía explicar.

Tome las cosas que necesitaría para la misión y las deje sobre la cama que había tendido antes de ejercitarme. Entre a la ducha y no tarde tanto tiempo en volver a salir a la parte central de la habitación donde se encontraba la cama con mis prendas.

Había elegido un look bastante "ejecutivo", era una camisa blanca y falda negra, acompañada de mi valiosa gabardina y unas botas de charol brillante que casi me llegaban a la rodilla. Los accesorios eran pocos, solo llevaba un par de aretes de diamante bastante discretos y un reloj táctico. Por debajo de la ropa, lo usual pero esta vez llevaba un liguero que más tarde seria útil.

Mientras subía el cierre de las botas escuche algunos pasos por fuera de la habitación, supuse que era Richard recién recobrando el sentido, despertando de su largo sueño.

Salí para dejar la gabardina sobre la sala y él se acerco a mí con un enorme café recién hecho.

—Gracias— comente con una sonrisa.

—De nada, buen día— Dijo sonriendo mientras me entregaba la taza.

—¿Lista para hoy?— Pregunto bebiendo de su taza, que era considerablemente más pequeña que la mía.

—Si... siempre estoy lista— Bebí un sorbo de mi café y regrese a la habitación.

Termine de trenzar mi cabello para colocarme la peluca. Era del mismo tono que mi cabello natural, era de un negro bastante profundo en un corte a lo Mia Wallace en Pulp Fiction. Guarde un par de cosas que serian útiles mas tarde y por fin salí de la habitación.

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