Capitulo :47

16 4 1
                                    

NO ESTUVISTE, NUNCA ESTARÁS.

En este momento tengo la mirada fija en mi secretaria, y mi dedo índice sobre mis labios haciéndole entender que debe mantenerse callada, en cuanto ocurrió lo de Esmeralda y Seya, dudaba entre sí venir o no y saber cómo estába Darién, en este momento el no puede estar solo, no con tantas cosas susediendo a su alrededor, pero al llegar su secretaria me dijo que no podía entrar ya que se encontraba con alguien, yo respete eso, pero algo me decía que debía por lo menos escuchar de este lado de la puerta,, y la voz de mi padre retumbó tan pronto en mi cabeza.

Claramente es de mal gusto y una falta de respeto escuchar conversaciones ajenas, pero se trata de Darién, se trata de Kenji que no se que demonios hace aquí, se trata porsupuesto de mi y todo lo que escucho me deja sin aliento ¿que diablos se cree mi padre? ¿Por qué se osa a querer alejar a Darién de mi? ¿Que es lo que quiere? ¿Por qué se toma atribuciones que no le corresponden en lo absoluto?

Tengo esas jodidas ganas de abrir esa puerta en su totalidad y adentrarme, pero me cohibo, lo hago por que se que Darién esta llevando las cosas a su modo y, además, en cualquier momento yo tendré que reunirme con mi padre y hacerle saber un par de cosas por si a Darién se le pasa por alto aplastar lo aun más, el corazón me late cada que mi adonis dice cosas que nisiquiera sabia que le había prestado atención, en este momento me doy cuenta que el pelinegro sabe aun más de mi de lo que yo podría saber.

¡Carajo! - me apartó con prisa de la puerta, me adentro tanto en mi mente, que no me percate que uno de los dos se acerca a la salida, obvio debe ser mi padre, - ¿Donde voy? ¿Donde? - estoy caminando en círculos y no se por donde correr y esconderme.

Señorita Serena, - escucho la voz de la chica, la miro, - aquí, ¡venga! - corro con prisa y entró del lado de su trabajo, agradezco que la encimera sea un poco alta, y me cubra de quien pueda venir, me agachó y me oculto lo más que puedo - solo no haga ruido - asiento y escucho la puerta abierta, ella se coloca de pie, - buen día, señor - comenta,.

Si, buen día, - es papá.

Sus pasos se escuchan cada vez más lejos y sólo queda un silencio entre ambas, estoy por ponerme de pie, pero la pelinegra me agacha con todas sus fuerzas y ahora mi trasero se estampa contra el suelo, estoy por hacer mi sutil reclamo cuando obcervo a la chica con su semblante diferente, ¿acaso esta por darle un paro cardíaco? Detalló sus manos, entrelaza sus dedos y es muy obvio el nerviosismo al hacerlo,.

¿Que haces aquí? - comenta con voz temblorosa, - ya dejame tranquila, Taiki - oh no, el casanova de Taiki Shields al ataque nuevamente.

Por favor, - comenta con esa bovecita arrastrada y sensual, ¿que ocurre con los Shields? ¿Por qué esa manera de bajarle las bragas a cualquiera? - ¿por qué me haces esto? - trago grueso, alzó la mirada, noto a la pelinegra con sus mejillas ruborizadas, oh querida, ¿que ocultas? - ¿vamos hacer de cuenta que nada ocurrió? - la respiración se me paraliza por unos segundos.

Señor, por favor, fue algo tonto lo que ocurrió,, olvide lo, así como yo lo olvide - ay mi dulce niña, es obvio que no has olvidado eso que ocurrió entre ustedes, - por favor.

Lo que ocurrió esa noche en el callejón, es algo que....y de inmediato hago mi aparición y Taiki me mira con asombro y pena, - Seré.. ¿Serena?.

Holi, jeje - sacudo mis manos y sonrió - yo, no tengo por qué escuchar nada de sus cosas íntimas así que, con permiso.

Yo salgo del área de trabajo y sin pedir anuncio entro a la oficina de Darién y me quedo paralizada contra la puerta, mi mano izquierda a un lado de mi pecho y tratando de tomar bocanadas de aire para por lo menos tener un control de mi.

por favor solo ámame Donde viven las historias. Descúbrelo ahora