Capítulo 12

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12. Paseo por Caiyi Pt.1

Cuando Wei Ying y su esposo llegaron a muelle de Loto fueron bien recibidos por las personas alrededor de los muelles. La nostalgia invadió al pelinegro, solo se abstuvo y dejó salir un suspiro.

— ¡Mayor Wei!

Un sequito de personas de la secta los estaba esperando.

— Déjenos escoltarlos hasta la residencia del líder.

— Demasiada amabilidad de Jiang Cheng, debe necesitarme mucho –se burló-.

Siguieron a las personas que los iban a escoltar. Mientras seguían su camino, el de túnicas negras era llenado de comida, licor y alguna que otra artesanía, el gustoso recibía todo y la persona a su lado solo se limitaba a mirar con calma.

Cuando finalmente llegaron con Jiang Cheng, lo saludaron, dejaron a un lado los rodeos y de inmediato hablaron sobre el asunto.

— Pasó algo similar en Gusu. Y tengo mucha curiosidad por quien será esa persona que está haciendo jueguitos sucios.

— Quien sea que esté jugando al cultivador demoniaco le romperé las piernas.

— Lan Zhan ten cuidado, me pueden romper las piernas en cualquier momento.

— Mn.

— Bueno debemos buscar a los alrededores si ha pasado extraño últimamente.

— Ya lo hice, pero todo ha sido tan normal como siempre.

— Solo las sectas más grandes deben estar siendo atacadas.

— Mn, pero al mismo tiempo esta persona no sabe atacar.

— ¿De qué hablas Lan Wangji? -preguntó con intriga el de túnicas púrpuras-.

— Que solo está probando estas cosas, sin embargo, no puede atacar más allá de sus posibilidades.

Los otros dos asintieron ante la perspectiva del jade.

— Bueno, debemos buscar a esa persona. Además, la secta más cercana es la Jin, así que ese debe ser el siguiente punto de ataque –añadió Wei Ying-.

— Debemos avisarle a Jin Zixuan -añadió Jiang Cheng-.

— Sí, en este caso las estos amuletos funcionan en agua, por lo tanto, los siguientes deben funcionar en tierra y para controlarlos deberán de estar en agua.

— Creo que deberíamos organizar una reunión de sectas para hablar de ello.

— Veremos a los Wen.

El tono de Wei Ying había sido entre burlón e insinuante. La mirada que le dieron sus acompañantes ocasiono que se le borrara la sonrisa del rostro.

— Vamos, no sean así, veremos viejos "amigos" -enfatizó la última palabra-.

— Largo de aquí.

Jiang Cheng ya había perdido la cordura con las insinuaciones del pelinegro, ¿Qué necesidad había de recordar viejas heridas?

— Lan Zhan huyamos.

Con las manos entrelazadas los esposos salieron corriendo del lugar, en sí solo uno corría mientras que el otro era arrastrado.

— Estúpido Wei Wuxian. ¿Hay alguien ahí?

— Sí, líder de Jiang.

— Que Wei Wuxian y Lan Wangji no se anden dando demostraciones de amor en público.

— Sí, líder Jiang.

— Ah, y que visite el salón ancestral.

— De hecho fueron allá ahora mismo.

𝑨𝒍𝒊𝒂𝒏𝒛𝒂 𝒅𝒆 𝒔𝒆𝒄𝒕𝒂𝒔. •𝒁𝒉𝒖𝒊𝒍𝒊𝒏𝒈•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora