NATASHA G!P
Siempre fantasié con la hermosa esposa de mi jefe, ella era de otro mundo tan fina. Una pelirroja de curvan infartantes, unos ojos verdes que te dejan hipnotizada, unos labios carnosos que cualquiera hasta mataría por probar y su largo cabello que llega aproximadamente hasta su enorme y apetecible trasero.
Siempre que la veía pasar sufría una erección instantánea, mi jefe un niñato mal criado no sabia apreciar a esa bella mujer, hasta un ciego se daba cuenta que la bella mujer no era feliz al lado de el.
La razón por la cual termino casada con semejante idiota no las se.
Nadie en esta empresa soportaba a ese gran idiota ni yo se como lo soporte por 2 años, pero finalmente ya mi tiempo en esta empresa acabo. De hecho hoy por la noche terminaba mi ultimo compromiso y ya era libre.
Me esperaba un gran futuro como gerente en la empresa contraria a esta, estaba nerviosa pero demasiado feliz por mi prometedor futuro, lo único que extrañaría de este infierno seria ver a la hermosa pelirroja.
WANDA
-¡IRAS CONMIGO WANDA Y ESA ES MI ULTIMA PALABRA! -Hablo gritándome mi esposo Peter Stark.
-¡Ahora mismo iras a la habitacion y te pondrás aunque sea un poco decente para la noche! -Hablo Peter agarrando mi brazo de manera salvaje haciéndome daño, me arrastro prácticamente a nuestra habitacion donde me tiro adentro, en poco segundos mis lagrimas no tardaron en salir.
-¡Cuando vuelva espero ver que estés lista, cuando volvamos de la cena tu me pagaras con sexo este mal rato que me estas haciendo pasar, así que ve preparando tu trasero que será nuevamente violado! -Soltó antes de cerrar con todas sus fuerzas la puerta de la habitacion haciendo sobresaltar, podía sentir como estaba echaba llave a la puerta, yo era una cascada gracias a mis lagrimas.
Mi vida era una infierno, tenia un marido que abusaba de mi. Todo por culpa de mis padres que hicieron que me casara con Peter solo porque tenia dinero.
Hoy debía acompañarlo a una estúpida cena de gente igual de estúpida que el, odiaba todo, mi vida no valía la pena.
Entre llanto me quede finalmente dormida.
HORAS DESPUES
Cuando desperté me di cuenta que solo faltaba una hora exactamente para que Peter pasara por mi, me levante rápidamente por el miedo hacia la ducha.
Realmente no sabia que haría, necesito escapar hoy mismo Peter y luego que pase un buen tiempo alejada de el buscar un abogado para enviarle una carta de divorcio.
Tenia ahorrado suficiente dinero para sobrevivir unos meses fuera de Nueva York mientras buscaba trabajo.
Estaba frente a mi tocador terminando con mi maquillaje. Quede satisfecha con el resultado pensé dándome un vistazo en el gran espejo.