Victoria Jefferson

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22 de agosto del 2018

hoy fue el segundo día en el que me quede sola en la casa sola con mi perro Jack un Schnauzer gris de dos años, así que decidí salir un rato a pasear por algún parque del pueblo, desde el primer momento que salí me di cuenta de que aquí soy una extraña para todos, pues todos conocen a todos aquí, cuando alguien mas pasaba enfrente de un casa saludaba al residente por la ventana o algunas veces estaban afuera, era un día caluroso y no había motivo por el cual quedarse dentro de la casa, en cambio yo pasaba y me sentía como un fantasma, pero no me importo, seguí mi camino hacia ninguna parte, ni siquiera conocía el pueblo aunque si sabia que había una playa aquí mismo, es otra razón por la que mis papas decidieron venir aquí, pues vivíamos en Maine y bueno fue una cambio rotundo, (la mitad del año nevaba, y ahora solo hay sol y calor) decidí ir a la playa, donde quiera que este, era un poco extraño normalmente solo iba a la playa cuando estaba de vacaciones, pero ahora podía ir cuando se me diera la gana; a veces cuando pasaba cerca de un perro o persona Jack jaloneaba y ladraba, así que decidí dejarme de rodeos  y preguntarle a alguien alguna indicación para llegar a la playa, pero fue mas difícil de do que parecía, una vez le quise preguntar a una señora y creí que me había respondido, pero estaba hablando por teléfono, después a un señor con barba y chamarra de cuero, pero me arrepentí en el momento en que lo oí hablar (dijo diez palabras en su oración, y nueve fueron groserías), finalmente llegue con una chica que se veía mucho mas decente que el señor de la chamarra de cuero, pero al acercarme mas a ella note que estaba llorando y decidí alejarme, después de unos minutos de caminar sin rumbo pase por una heladería, deje a Jack amarrado en una árbol que estaba en frente y entre para preguntar como llegar a la dichosa playa-creo que había recorrido todos los rincones del pueblo excepto la playa- me acerque y una chica que tenia al rededor  de dieciséis años estaba usando un mandil  y  una gorra con el logo de la heladería, tenia una bonita sonrisa y tenia los ojos color miel que se le llegaban a ver verdes, el cabello claro y la cejas casi invisibles, me acerque a ella y me dijo:

-hola bienvenida, por favor pase-se dirigió hacia el lugar donde estaba le caja detrás de el mostrador donde había pasteles de helado, me sentí tontamente mal, pues no iba a comprar nada

-¿que helado va a querer?- me quede muda por un instante, ella llego a la conclusión  de que no me decidía por que helado comprar-hay helado de fruta, dulces, de chocolate, de yogurt, las frutas que tenemos son fresa, manzana, mango, limón, coc...-la tuve que interrumpir

-¡no!...gracias, solo quería preguntar por  donde se encontraba la playa, disculpa pero es que no traigo dinero-hice una sonrisa tonta que parecía mas una mueca, ella sonrió como si me hubiese visto ridícula

-jajá, ha bueno disculpa-sonrió pero esta vez sin darse cuenta en tono de burla-no eres de por acá ¿verdad?-

-no, soy nueva, me acabo de mudar hace menos de una semana-

-bueno eso explica que no tengas idea de donde estas-

-la verdad no-

-la playa esta al otro lado del pueblo, y a pie esta como a media hora, si es que te sabes el camino-rió de nuevo-pero si quieres y no tienes prisa te puedo llevar en mi coche, mi turno termina en diez minutos, y me queda de paso a casa-

-gracias, pero no creo que puedas, vengo con mi perro-

-pues si no es muy grande no hay problema, ¿que raza es?-

-es un Schnauzer mini-

-aa bueno no importa, mi hermano sube a su perro todo el tiempo, de hecho el coche es de él-

Unos quince minutos después llego un señor que estaba ligeramente gordo, ella se quito el mandil y la gorra y se dirigió hacia el coche sin no antes lanzarme una mirada para que la siguiera, me subí a el y coloque a Jack en mis piernas tratando de que no toque los asientos, no tardamos mucho en llegar, al bajar le agradecí un par de veces por el favor, ella se bajo para despedirse, era muy amable con una extraña, si hubiese estado en su lugar no se si hubiera hecho lo mismo, se acerco a mi y dije:

-muchas gracias en serio, te lo agradezco mucho-

-de nada, no fue para tanto, mi casa esta a cinco minutos de aquí, de todas maneras fue un gusto-dijo mientras extendía la mano-me llamo Victoria Jefferson-extendí la mano para estrechársela y dije:

-Allison Badwell-hubo un fragmento de minuto de silencio-bueno gracias Victoria.

-si, no fue nada-

-gracias de todas maneras-

-nos vemos en la escuela-al principio me pregunte como sabia que íbamos a la misma escuela, ni yo lo sabia, pero recordé que aquí solo hay una escuela, estaba acostumbrada a que en la ciudad hay mas escuelas- supongo que vas en preparatoria-

-si estoy en segundo de preparatoria, ¿tu?-

-¡igual!-me alegraba tener una amiga en la escuela, bueno no se si amiga pero alguien conocido.

-bueno entonces nos vemos el lunes-

-okey, adiós!- dijo mientras subía al coche.

Mientras caminaba hacia la playa, pensé en que Victoria era muy abierta seguramente no le era difícil hacer amigos, en cambio yo era bastante tímida cuando no estaba en confianza, después no era para nada lo que aparentaba ser en verdad, pero me gustaría ser como Victoria, expresarme mas, creo que es cuestión de madurar, pero desde que tuve cierto accidente me volví bastante insegura, además no inspiraban mucha seguridad los alumnos de mi vieja escuela, de hecho era como su único propósito del año: hacerte sentir insegura para que ellos mismos se sientan seguros, pero de alguna manera ellos eran mas inseguros, tenían tal grado de inseguridad que necesitaban sentirse superiores para que no se note lo inseguros que eran.

Pase como una hora jugando con el frisbee de Jack, cosa que jamás habíamos hecho en South Portland, después se tumbo junto a mi en la arena, me senté y se echó en mis piernas, después de un rato de estar acariciándolo y viendo como las olas del mar iban y venían, decidí meter los pies en él, al principio Jack me siguió, pero con el primer contacto del mar debajo de sus patas salió corriendo y se echó nuevamente.

Llegue a casa y me tumbe en la cama, Jack se subió junto conmigo, habitualmente lo habría corrido en seguida, pero hoy se porto bien, y estaba cansada y agotada por el sol, pero después de todo fue un buen día.

No me olvidesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora