¡quiero a mi mama!

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Un dia el Dr. Mason, con mucho apuro, me pregunto que como estaba, que si podia caminar bien, y que si ya no sufria de migraña...
- estoy bien, puedo caminar a la perfección, el daño en la columna ya esta casi curado, pero acerca de la cabeza me duele un poco, no como al principio claro.
- bueno eso no es un gran problema- respondio con la respiracion bastante agitada, asi que me dijo que lo sentia mucho pero debia salir del hospital, porque los supervisores del gobierno estaban aqui, y que si m veian aqui y se enteraban de que yo habia estado internada por mas de cuatro meces clusurarian el hospital o le quitarian su licencia al doctor, asi que sin pensarlo me levanté de la cama,y le pedí al doctor algo de ropa, me preguntó si necesitaba una nueva o la que estaba en la maleta con la que me encontraron, ¡¿una maleta?!, pensé, tal vez es lo que necesitaba para contactar a mi hermano, pero dije que no se preocupara que usaría la ropa de la maleta, la abrí sin casi verla y tome la ropa que estaba encima, me vesti muy deprisa y salí despues de despedirme rapidamente de Greta, la enfermera que me habia atendio desde un principio, ella me dió un poco de dinero diciendo:
-para que puedas rehacer tu vida-no pude evitar derramar una pequeña lagrima al igual que ella, pero solo le agradeci casi sin aliento y me fui jalando la maleta de rueditas.


Al salir del hospital segui por la calle, jamas habia salido, y no me habia dado cuenta de que este pequeño pueblito era bastante pobre, me senti mal al gastar dinero del pueblo para que me mantengan en le hospital, seguí mi camino, pero jamas he sido orientada, asi que en la primer oportunidad pregunte por algun hotel pequeño o algun lugar donde pasar la noche, para despues abrir la maleta regresare a casa con mi hermano, una mujer de treinta años aproximadamente me guió hacia un hotel, estaba batante lejos del pueblo acia una region menos pobre, asi que me tuve que ir en camion, al llegar al pequeño cuarto del hotel me sente en la cama y subi la maleta, la abri con mucha ansiedad, pero me detuve un momento y pense, que le voy a decir a mi hermano acerca de nuestros padres, ni siquiera yo sabia lo que le habia pasado, asi que decidi llamarle hasta mañana despues de regresar al hospital y preguntarle al doctor mason acerca de mis padres, asi que baje la maleta y me tumbe en la cama exahusta de pasar como hora y media parada en un camion con solo un tuvo de soporte y deteniendo la maleta cada buelta tope o bache.


al dia siguiente me desperte muy temprano, no podia pasar ni un minuto mas para ir al hospital para saber que habia pasado con mis padres, asi que me vestí lo mas rápido posible con una playera amarilla mostaza de manga larga, no era la mas adecuada para el clima caluroso que había, pero fue lo primero que agarre, después de ponerme unos flats noté que la playera me quedaba ridiculamente grande, mentras estaba bajando me pregunte que porque habria traido esta playera conmigo.


después de hablar con Greta, me llevo al lugar donde se encontraban mis padres, lo que mas temia sucedió: al llegar en camion a capilla donde habia varias tumbas acepte la realidad que había estado negando durante este ultimo mes, Greta me llevo hacia dos tumbas que creo que eran las unicas que no tenian ningun tipo de decoracion, al llegar no pude evitar derramar varias lagrimas, pero fue el momento que me solte a llorar cuando Greta dijo:


-lo siento mucho mi niña- me abrazo mientras daba pequeñas palmaditas en la espalda, no podía creer que mis padres estuvieran bajo estas lapidas, sentía  remordimiento dentro de mi, no sabia que tipo de relación llevábamos hasta hace unos meses, pero cuando tenia quince nos peleábamos diario y no recuerdo que jamás le haya pedido disculpas, ese fue el momento en el que me sentí mas sola, mis papás ya no estaban y ni siquiera sabia que les había pasado, no podía ver a mi hermano, quien sabe cuando iba a poder salir de aquí, no sabia lo que había pasado en los últimos tres años y medio, en estos casos era cuando recurría a mi mama, pero ahora ya no esta y jamás va a regresar y no había nada que hacer y nada que decir para expresarle el arrepentimiento de haber sido una mala hija y por no decirle lo cuanto que la quiero cuando tenia oportunidad, ahora ya era tarde y por mas que gritara ¡quiero a mi mama! no regresara jamás.

No me olvidesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora