Capítulo 21

1.4K 93 10
                                    

Leila Können

2021...

-¿Podrías parar por hoy? Lo siento, no estoy preparado. Perdóname.

Maciej, abre la boca en busca de aire, tiene la nariz congestiona y su rostro esta de un tono rojo que tanto lo caracteriza. Sus lagrimas se han mezclado con sus mocos.

Hasta así lograba parecerme perfecto. Ante mí siempre sería perfecto.

Por mi parte ya no tengo lagrimas por derramar, sé que me duele, incluso hay veces que siento un gran vacío, pero ya no sale más de las cuencas de mis ojos. Supongo que ya me he gastado todo el dolor que tengo por dar.

Después de lo que Maciej vio, decidí aclararle y hacerle saber algunas cosas de mi actual y pasada vida, por lo tanto, lo traje a mi habitación. Me sumergí tanto en el relato que fue como volverlo a vivir. Siempre será así y lo estoy empezando a aceptar.

Me acerco al escritorio y tomo unos pañuelos de ahí. Vuelvo a mi lugar a su lado de la cama y le ofrezco los pañuelos.

Se atreve a levantar la vista y puedo distinguir lo que hay en sus ojos. Odio eso -Lo lamento. Lamento todo y...

-No-doy fin a su discurso-No me veas así, guárdate tu lastima. Si de algo estoy segura es que, lo que me paso no me volvió fuerte, ni mucho menos aprendí de ello, pero el proceso que estoy llevando para superarlo sí. Se lo valiosa que soy, lo valiente por decidir dar la cara a la vida, lo fuerte por afrontarlo y superar cada uno de los obstáculos, por lo tanto, lo último que espero de las personas es su lástima-sigo- Porque yo, Leila Können, merezco respeto y admiración por el simple hecho de seguir aquí doce años después de todo lo sucedido. No te hable sobre esto para que me dieras tu lástima, porque Maciej, yo quiero todo de ti, pero no tu lastima. Es algo que yo no merezco y me niego a aceptarlo.

Reconozco lo mucho que me costo darme cuenta de eso.

Y es que hoy puedo levantarme y decir a los cuatro vientos que he sido abusada sexualmente sin sentir asco, vergüenza o culpa. Para todo el avance que he tenido merezco más que simples migajas de lastima.

Se suena la nariz y lleva las palmas de sus manos directo a las mejillas para así intentar quitar las gotas de sal que bajan por esta- Perdón. Tienes toda la razón, perdón. Yo nunca he lidiado con esto y no sé qué hacer...

-Empieza dándome un abrazo.

Deja todo y me invita a su pecho. Impacto mi cuerpo contra el suyo y decido aferrarme a su fuerte cuerpo. Logro sentirme en mi hogar y es algo que necesitaba después de revivir tan desagradables momentos.

-Y yo juzgándote sin saber. Perdón.

-Maciej, lo que me paso no justifica los actos que cometo ahora. Y ya deja de decir "perdón".

-Perdón, es que... Dios, me veo tan patético, yo debería de estar consolándote-suelta otro mar de llanto-y todavía hago todo un espectáculo en tu patio por lo que vi.

-Seria raro que no lo hubieses hecho, esperaba más de ti cuando revele lo de la fotografía-hablo contra su pecho.

Tose para liberar su garganta ya que sigue lamentándose-Cuando me lo dijiste así de tranquila yo me estaba haciendo en mis pantalones y lo primero que pensé fue en huir, pero luego estabas tu siendo... tú, y decidí esperar a que confiaras en mi y hablaras sobre que paso. Ya lo demás lo sabes-termina de relatar y se tira con mi cuerpo encima, en la cama.

Me acomodo en su pecho para verlo mejor y soy consciente de que la sorpresa se ha adueñado de mi rostro- Lo tenías todo planeado.

-Pues créeme que no planee encontrarte allí y mucho menos que tu...

Niego apretando los ojos.

-Perdón. ¿Qué debo hacer? -intenta abrir mis ojos con sus pulgares. Ya su llanto ceso, pero hay una pizca de tristeza en su voz.

Dejo que me gane en la pequeña competencia que habíamos comenzado entre mis ojos y sus pulgares-Yo debería de preguntar eso. ¿Te vas?

Llevaba poco tiempo de conocerlo y esa pregunta me dolió tanto.

-¿Por qué lo haría?

Siento mi corazón detenerse.

Me tiene tan embobada que logra hacerme dudar de la respuesta-Por lo que hago, lo que hice y lo que soy capaz de hacer-gateo un poco para estar a la altura de su rostro y el une su frente con la mía-Porque estamos ligados al narcotráfico. Porque aquí estas en constante peligro.

-Leila, por muy loco que parezca, nada de eso me importa cuando estoy a tu lado. Aunque da miedo.

Sonrió y riego caricias por su cabello castaño.

-No puede ser-veo como se carcajea en medio de lágrimas secas.

-¿Qué?

-¡Te has sonrojado! Señoras y señores, Leila Können, se ha sonrojado-da aplausos al aire. No puedo con esta vergüenza- ¡Y aumenta más!

-¡No es cierto! -me tapo las mejillas y al darme cuenta de que eso no es suficiente, escondo mi rostro en su pecho. Mi cuerpo se mueve al ritmo de las vibraciones de sus carcajadas.

Percibo algo extraño en mi abdomen.

Nunca había experimentado algo así y estoy realmente contenta de que la primera vez haya podido ser con Hovan.

-Entonces si no tienes problemas con el peligro, tu me trataras como la persona normal que soy, en conclusión, seguiremos como antes-mi voz se oye ahogada.

-¿Cómo amigos?

-Es lo que somos ¿no?

No responde. Retoma su burla-No se que me estas haciendo, pero por favor no vayas a dormirte encima de mí.

La paz que siento es tan grande que...

-Unos minutos nada más.

Ahora es el quien reparte las caricias. Se me apetece quedarme aquí toda la eternidad porque la serenidad que siento ahora es irremplazable para mí.

-Supongo que eso de vender drogas es cansado-no se calla-Oye, Leila.

-¿Mmmmh?

-¿Y por qué Analía entro al instituto haciéndose llamar Kiara?

Otro día le hablare sobre eso.

-Porque queríamos venganza.

Dejar de llorar...

Aprendiendo a AmarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora