Efecto mariposa. -Spin Off-

Capítulo 9.

¿Alguien vivo por estos lados?

─Le escribí al amor de mi vida una canción, y es... Jodidamente horrible─ rio Dave, encendiendo un cigarro, recostando la cabeza en la barra del bar del hotel─. Desearía poder corregirlo todo.

─Yo también─ Jeremy se incorporó colgándose la chaqueta del uniforme de piloto al hombro─. Creo que deberías corregirla, es una canción horrible. 

─Recuerdo que me rompiste la boca a golpes esa noche─ ahogó una risa sujetándose la mandíbula con la mano libre, Jeremy sonrió en silencio mientras pagaba la cuenta de ambos, pensando en las primeras noches que Oliver cantaba en el bar de Marcel─. Eres un buen amigo, Jeremy.

─No, Dave, soy un amigo de mierda─ Murmuró Jeremy echando un vistazo al reloj en su muñeca, tragando la sensación amarga en su garganta─. Volveré a mi habitación. Mañana volaré a Ottawa por unos días, en caso de que necesites algo.

─No te molestes, tengo todo arreglado─ exhaló el humo, alzando la cabeza sólo para sujetar el vaso de licor nuevamente─. ¿Pasarás a ver a Jackie y Teresa? 

─Sí, les prometí que cenaríamos juntos en cuanto llegase─ Soltó un suspiro, le resultaba agotador trabajar tanto y descansar tan poco, porque las cuestiones sociales que debía atender le estaban carcomiendo tiempo─. El detective dijo que el juicio no demoraría mucho más, así que intenta estar en casa pronto.

─No puedo hacer nada respecto a las fechas, Jeremy─ Dave relamió sus labios, no era negociable por miserable que le hiciera sentir. La gira se había reprogramado demasiadas veces─. Pensar que ha pasado tanto tiempo...

─Y estos cabrones apenas están siendo detenidos─ El rizado se despeinó con una mano nerviosamente, de todos modos a esa hora nadie le vería parecer un neurótico─. Parece una jodida mentira.

Dave mantuvo la mirada en las últimas gotas de su carísimo licor, sintiendo repulsión de todo el lujo y el ostento de su fama ahora que no le quedaba nada, así que sólo contestó con media sonrisa.

─Te veré en Ottawa entonces.

Jeremy asintió a modo de despedida y colocándose las gafas se encaminó al ascensor para volver a su habitación. Últimamente dormía mejor, tenía tanto trabajo que las pocas horas que podía encontrar para dormir ya no negociaban con el sentimiento de culpa. Sólo estaba vacío, pero podía vivir vacío un poco más, después de todo la gran mayoría de sus recuerdos fuera de Oliver no parecían otra cosa que capítulos de una insoportable rutina.

─ ¿Dónde dejo esto?─ preguntó Ethan, Jeremy contestó el último mensaje de Teresa confirmado la cena la próxima noche, antes de alzar la mirada para indicarle el sitio junto al ropero─. ¿Tienes hambre?

─No, pero me iré a la cama. Tú deberías ir a casa─ sugirió, dejando el móvil bajo la almohada mientras Ethan se ocupaba del equipaje─. ¿O es que de nuevo les dijiste a tus padres que estarías en casa de un amigo?

─Bueno, sabes que es mucho más fácil de explicar de ese modo. Después de todo, eres tú el que sigue llamando─ Ethan se cruzó de brazos, Jeremy suspiró, acomodándose en la cama dándole la espalda desnuda─. Y fuiste tú el que insistió en no salir del clóset aún.

─Ya, Ethan─ le frenó en seco─. Háblame de otra cosa.

El muchacho, sentándose sobre el colchón, miró el collar de ahorque sobre la meza de luz y posteriormente la marca violácea sobre el cuello de Jeremy antes de enfocarse en sus propias manos. 

─Aprobé mi examen de ingreso a la universidad─ le comentó, Jeremy sólo entonces volteó─. Ingresé a periodismo...

─ ¿De verás?─ como pocas veces, el rizado le dedicó una sonrisa genuina─. Ethan, eso es maravilloso, ¿Por qué no lo mencionaste antes?