Capítulo 4.

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─No me hagas repetirlo, Emmette─ Jeremy fruncía el ceño, seriamente pero sin querer. Sólo estaba demasiado molesto─. No estaré satisfecho con una sentencia por homicidio en tercer grado, ni siquiera en segundo. No sé como diablos funcionan las leyes, ese es trabajo de ustedes─ Se dirigió a Bently también, los abogados de Oliver─. Pero que este cabrón no salga de aquí con una reputación limpia, no se lo merece. 

─Estamos haciendo lo mejor que podemos. 

Jeremy contuvo un grito mezclado con insultos, Dave estaba terminando de firmar unas cosas con el juez, el juicio había terminado por ese día, se verían la semana siguiente. 

─No creo que estén haciendo todo lo que pueden─ intentó ser gentil al hablar, pero su parte condescendiente e irónica saltó a la vista de inmediato─. Si el maldito imbécil ni siquiera dura en prisión preventiva. 

Carter pasó a su lado, Jeremy no le dedicó ni una sola mirada. Ya no le importaba, habían cosas más importantes por las cuales sufrir.





James se arreglaba para salir, peinaba su cabello nuevamente con gel, arreglaba su traje y se sonreía al espejo mientras su mascota cantaba por un poco de comida, haciéndole reír. Oírle era de las pocas cosas que ponían de buen humor al chico últimamente, en especial, porque quería ir a ver a Nicholas. Sabía cuan mal estaba eso, y que si alguien de su círculo social se enteraba, especialmente Lee, estaría en graves problemas. 

Su colega ya le había advertido más de una vez que dejara estar el tema con Nicholas, pero pasar cuatro años a la espera de recibir un poco de amor era una situación difícil de olvidar para James. Al abrir la puerta, el detective Jennsen estaba del otro lado. 

─Hola, muchacho. 

─Detective, no... No esperaba su visita. 

─Lo siento, ¿Salías a algún lado?

Parecía que el destino le detenía en el umbral de la puerta, le daba la oportunidad de volverlo a pensar, y soltó un suspiro, negando con la cabeza, sonriendo. 

─No, no realmente. Adelante. 

El detective Thomas ingresó a la residencia, todo estaba realmente limpio y un samuerio se consumía cerca de la ventana. 

─Venía a pedirte un favor, hijo. No, en realidad es más bien una cosa de la corte, no mía─ Le entregó una carta de citación, y los ojos de James irónicamente se iluminaron reflejando miedo─. Sabes que de ser por mí, no volverías a tener contacto con ese sujeto, pero si tenías que asistir quería ser yo quien te lo hiciera saber. 

─ ¿Por qué tengo que testificar yo?─ James suspiró─. Ya fue bastante humillante ser víctima de Nicholas una vez, se están yendo por las ramas, detective─ Le devolvió la carta─. Están apuntando a la dirección equivocada. 

─James, si es cierto lo que dices, entonces ayúdanos─ Pidió, poniendo una mano sobre el hombro del chico, sin recibirle la citación─. Mientras te reúses la investigación no avanzará. 

─Pero todo lo que diga lo usarán contra Nicholas, conozco como funciona esta mierda, y si miento en mi veredicto también tendré que enfrentar cargos. Él ya está pagando lo que le hizo a su madre. 

─A su padre. 

─No, su único error fue dejar que su madre presenciara lo que pasó, su padre se lo merecía, ya te lo dije y no volveré a discutir el tema...─ El estómago se le empequeñecía al tener que reincidir en la cuestión─.  Nicholas puede ser un monstruo, tal vez tú y todos tus compañeros tengan razón─ Se quitó la mano del detective de encima─. Pero nadie le ayudó a no convertirse en eso, ustedes le fallaron como sistema, y yo... Yo no puedo fallarle también, no de nuevo. 

Efecto mariposa. -Spin Off-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora