How to save a life ×James & Victoria× (#Wattys2015)

Capitulo 1

Mi vida se derrumbó cuando lo conocí a el. Pelo castaño, 5 centímetro de ventaja mío y siempre supo hacerme reír. Pero bien, eso lo descubrirán mas adelante.

Vivía en Rosewood, junto a mis padres obsesivos a las empresas, su trabajo y no dejar de usar ni un momento el celular. Soy hija única lo cual es difícil no aburrirse en casa estando sola sin tener a un hermano a quien molestar o ayudar a su tarea, o a hacer esas cosas de hermanos. Me he mudado ahora a los Ángeles, California, donde mi objetivo es empezar desde cero. Mi mejor amiga, Maddison, acababa de morir. No, no se suicidó. La mataron.

La directora, nos anunció de su fallecimiento. Nadie hablaba. Todos me veían por los pasillos por lastima, porque sabían que ella era mi única amiga, con la única que me juntaba, con la que no me sentía sola. Yo ya me había adelantado a saber aquella noticia. En su funeral, demasiados fueron, incluso las personas que la dañaron. Su ex novio, Patch, la estuvo engañando hace unos meses atrás. Cuando Maddison se enteró, lloró durante todo un mes y no salía de casa, ni a la escuela iba. Nunca supe porque le haría eso a ella. Maddison siempre lo quiso como ninguno. Lo amaba con todo su corazón frió. Lo peor de todo es que la engañaba con su hermana Melissa. Duro de recordar. En el funeral, Patch discutió con Melissa. Nunca supe que fue, pero al parecer estuvo grave ese asunto.

Ella era la que sabía todo sobre mí. Teníamos planes de pasar la preparatoria juntas, pero ya no es así. Tuve que ir todo el verano a reuniones de secundaria a hablar de ello con un psicólogo. Karen, la cual la humillaba, siempre estuvo llorando. Tal vez ahora sentía lástima por hacerla hecho sufrir toda la etapa de adolescencia. Patch también iba, igual que Melissa. Eso fue una mierda total, perdida de tiempo. Odiaba a todos ellos que estaban en ese salón.

Volviendo a la realidad, me encuentro hoy en mi nueva casa, en los Ángeles, fingiendo ser alguien que no soy.

✖ ✗ ✘

Mis padres por las mañanas van a trabajar y regresan hasta muy noche. Yo me voy sola a la escuela . Se la pasan todo el día en sus trabajos. No los culpo, pero creo que alguien que pasó por una muerte dolorosa tendría que tener algo de compañía como su familia .

No estoy nada entusiasmada por ir a la preparatoria. Al menos no veré a los mismos idiotas de las reuniones de Maddison. Eso pasa cuando la gente se muere, las personas empiezan a valorar de todo lo que se perdieron. 

Llegué a la escuela, no conocía a nadie, no sabía si entré a la escuela correcta. Intenté llamar la atención de algunos para que me ayudaran a saber cual es el casillero correspondiente. Tenía unos papeles que me indicarían a donde llegar a cada salón. Busque hasta encontrar mi numero de casillero. ¿Ahora como demonios iba a encontrarlo? Había demasiadas personas en los pasillos. El timbre sonó ¡Maldición! Corrí todo lo que pude. No lo logré. No fui a mi primera clase. Pero encontré el casillero. 

—¿Tarde a clases?— Sonó una voz, una chica de pelo lacio, castaño y un poco baja de estatura salió detrás de mi

—Eso parece— Contesté

— Adivino ¿Nueva aquí?

— Si

— Mm ya veo. Por cierto soy Demetria— Me puso su mano para que la estrechara

— Victoria— También puse mi mano y estrechamos

—¿No fuiste semanas antes de clase a investigar este lugar?

— No, me la pase el verano desperdiciando mi tiempo

— ¿Quien no desperdicia tiempo hoy en día?—Le sonreí. Saque mi horario de clases — ¿Que clase te toca?

— Música — Mire al horario para confirmar

— ¿Con el señor Fitzz?

— [...] Si— Cheque la hoja para ver si era verdad. Si soy nueva, ¿Acaso quiere que me sepa los nombres de los profesores?

—Pues yo ahora tengo clase con ese decrépito. Te ayudaré el resto del día ¿Te parece?—  Me pareció fantástica esa idea. Pensé que sería una trampa y me humillaría. Pero a ella no la conozco así que no diré nada

— Claro — Me alegré de que conseguí a alguien el primer día

Los adultos dicen que hablar con desconocidos es malo, pero en este asunto, no lo veía del tanto. Me guió hasta el salón de música. Al parecer el profesor aun no llegaba o tal vez no asistió, lo bueno fue que llegué a ese salón. Me senté en el primer pupitre que vi. Saque mis libros y una pluma, por si había que apuntar algo. Sentí un toqueteo en mi hombro. Voltee y era una chica rubia, alta y pelo ondulado solamente de la mitad del cabello. Ella me sonrió, pero no parecía amigable.

— Creo que no sabes leer— Me dijo

— ¿Disculpa?—Le dije con serenidad

— Ese asiento ha sido mío desde la secundaria—¿Que se supone que haga? ¿Que le aplauda?

Giré a ver la parte de la espalda de la banca

— No veo tu nombre en ella— Le dije firme. Otra de estas chicas no por favor

— ¿Acaso no sabes quien soy? — Me dijo ahora agresiva

— No sé y ni me interesa saberlo.— Ahora yo fui la agresiva. Pero no iba a dejar que ella me humillara frente al salón, y menos porque soy la nueva.

— Te golpearé—Me dijo levantando su brazo. Se había enojado, y mucho

—Que miedo— Le dije con sarcasmo. El salón se rió ante mi comentario. No quería peleas, mucho menos el primer día, pero necesitaba verme sin intimidación.

Antes de que hiciera ella algo, me lancé a ella y agarré su blusa en forma de amenaza. Todos empezaron a gritar, en forma de que iniciara una pelea. Me recordó un poco a Karen. Ella fastidiaba a Maddison demasiado. Estaba harta de esas personas que creen tener el mundo comiendo de su mano. Un tipo alto de pelo castaño me apartó de ella. A ella la agarró de forma de que yo no le hiciera daño.

— ¿Que pasa aquí?— Dijo el

— Ella me quería golpear

— ¿Cual es tu problema? — Me dijo el. No quería ni mirarlo, por tanta pena que tenía.

— ¿El mio? pues es que aun admitan a personas como ella—Dije que tenía pena, pero no miedo. 

— ¡No sabes con quien te estas metiendo!—Me amenazó

— Y todo por una estúpida silla— Dijo Demetria atrás mio

—Ve y siéntate — Le dijo el a ella.

— Todos a sus lugares, por favor—Había entrado Fitzz, el profesor. 

Obedecí y hallé un lugar hasta el fondo. El tipo que alejó a la chica se sentó al lado mio y me sonrió. Yo solo, traté de ignorarlo. Lo miré atentamente y efectivamente era el. No de nuevo, por favor.

He aquí el inicio de algo; sea malo o bueno.