Historia de mis seis platones.

Me rompieron el corazon

Era un viernes, como siempre yo observaba de lejos a ese chico tan autentico, estabamos en una de nuestras primeras clases, en las que el profesor entraba pero no daba ninguna clase y nos aprobaba con solo la condicion de que permanecieramos en silencio, para que pudiera dormir.

El salon estaba en absoluto silencio, mi mente divagaba por los anhelos mas profundos que habia creado.

Pensaba en que algun dia Dylan, me tocaba una cancion que el habria compuesto para mi.
-Bridget, eres la chica mas linda que he conocido, mi vida cambio al compartir mi musica contigo- el diria.
-Dylan, eres el chico que jamas imagine tener-.
Mi mente lamentablemente se mezclo con la realidad y entre dientes pronuncie: -Dylan- terminando con un pronunciado suspiro que hizo que volviera en si, en ese instante me di cuenta que todos me veian.
Clara, la novia de Dylan, (por si no loes habia contado de ella), se acerco a mi banca y me dijo:
-Bridget, el es mio y jamas andaria con alguien como tu, ¿entiendes?-.
Mis ojos se llenaron al ver el rostro del platon numero dos, me veia sin ningun deseo de ayudarme tras el ataque de su novia la "aparenta todo".

No pude evitar una verguenza, seguido por coraje y al final tristeza, lo unico que pude pensar en ese momento fue salir huyendo de aquel lugar tan incomodo ya para mi y asi fue.

El resto del año, Clara se encargo de hacerme quedar mal siempre ante Dylan; y aunque fingia no importarme, al final del dia lloraba sola en mi habitacion, practicaba mi violin pero en esos momentos no era indicado tocar, asi que no sentia la misma inspiracion al hacerlo.

Dylan, el chico cada vez al igual que David se han convertido para mi en una tradicion en mi mente. Mis primeros dos platones, mis primefos dos amores y aunque sean platones los dos, siguen siendo tan diferentes. Una historia se pudiera decir romantica en cierta forma.

En fin, lo mas doloroso paso el ultimo dia de clases. Yo como de costumbre, lo espiaba mientras tocaba, pero ese dia algo sucedio, tal vez fue el destino, o algo mas fuerte que eso.

Un movimiento con mi brazo hizo que los tambores terminaran en el suelo con un estruendoso sonido que provoco que el se diera cuenta que yo estaba ahi.

-¿que haces aqui?-dijo con curiosidad.
-Ammm....este....yo....limpiaba los tambores-respondi con nervios-pero ya me iba-termine, mientras recogia el ultimo tambor y recogia mis cosas para irme.
-Bridget, espera, tengo algo que decir-
-Dime-dije sorprendida al saber que recordaba mi nombre.
-Yo...ammm....tu....me gustas-dijo apenado.
Me quede callada sin saber que decir, el se acerco demasido, senti su respiracion en mis labios y pir un momento pense que me besaria pero solo dijo:
-Pero no podemos ser nada, tengo novia y somos diferentes-dijo alejandose de mi.
-Lo se- pronuncie mientras salia de aquel salon.

Un verdadero PLATON, algo imposible pero al mismo tiempo posible.