༺Nieve༻

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En el ventanal de una enorme casa, estaba un pequeño niño con la mirada puesta en el exterior blanco que cernia su vista, la nieve tan blanca que caía poco a poco cubriendo aquel lugar de una capa que parece de algodón.

Cada día que pasaba se apoyaba en el borde final de la ventana a ver aquel patio tan blanco deseando poder salir y tocarlo, pero que por salud nunca se le permitió salir. En ese entonces Rusia era muy débil puesto que tenía bronquitis por un accidente hace un año atrás estar jugando con sus hermanos en un día como estos y aunque se recupero no se pudo curar del todo haciendo que su sistema inmune sea más débil.

Luego de aquello, Urss no le permitia salir a jugar con ellos ni que se expusiera al frío del exterior, desde entonces parte de su alegría se apagó, desde la ventana de vez en cuando lograba ver a sus hermanos jugar en guerras de bolas de nieve, hacer ángeles o algún fuerte.

Sus hermanos sabía lo mucho que este se solía divertir estando fuera y jugar con ellos, por eso cada que llegaba el invierno hacian un muñeco de nieve en dirección a la ventana para que pudiera observarlo, desde gritos del otro lado ellos siempre le preguntaban que quería ponerle de traje al muñeco y así hacer un poco más divertidas las cosas entre ellos.

Los años pasaron y al crecer, Rusia fue tratado por médicos y llevado a terapias de respiración, cosa que funcionó para que al menos en el futuro pudiera andar fuera de casa sin complicaciones, aún así se cubría bastante.

En el presente
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Rusia ya era un adulto con varias responsabilidades y una agenda movida por ser uno de los mayores representantes de su país aparte de que hace varios meses había comenzado una relación con un carismático chico que conoció en una de tantas reuniones con las organizaciones.

Estos de vez en cuando se visitaban el uno al otro en su casa y pasar ya sea tres días o hasta una semana haciéndose compañía.

En invierno llegaba sin falta una vez más y con gracia cae a la tierra para cubrirla de mantos blancos, en las noches era cuando más notorio eran las caídas de copos de nieve junto con el estremecedor viento.

Rusia estaba en la cama de su habitación junto con Ame el cual estaba sentado en medio de sus piernas extendidas a los costados, dejando que se recostara ligeramente en su pecho, ambos cubiertos con una frazada caliente observando como aquel suceso natural ocurría, que de vez en cuando azotaba las ventanas.

– parece que será una tormenta –comentó el menor acariciando suavemente la mano del mayor que reposaba en su hombro

– no lo creó, pero seguro que mañana temprano habrá mucha nieve

– no lo dudes –respondió a lo bajo– ¿no tienes frío? Siento como erizas tu piel ¿quieres que encienda la calefacción?

Ame suele ser atento con Rusia pues ya sabe de la enfermedad que lo trae así desde hace años y siente una necesidad muy grande de protegerlo aun si este fuera mayor.

– no te preocupes, estoy bien –seguido de eso depósito un pequeño beso en su cabeza– quieres dormir ya? Ya es un poco tarde

– creo que sería lo mejor, pero te pondrás doble frazada de acuerdo –mencionó el menor que ya se había apartado del cálido abrazo y caminaba por la habitación al armario en busca de una manta

– pareces una madre con tanto cuidado

– es por que me importas –respondió antes de dar media vuelta hacia su pareja y darle la frazada con un muy leve rubor– ¿te dejo ver la ventana o quieres que baje la cortina?

– dejala así, ven aquí –rusia ya tenía ambas frazadas puestas y con su abrazo las levanto un poco para hacerle invitacion al contrario de que se acostara a su lado; cosa que el menor hizo al momento y ya estando cómodos se quedaron dormidos a los minutos.

↬RusAme week↫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora