Capítulo 3

112 15 9
                                    

Aquella había sido la mañana más lenta de su vida. Después de una noche de sueños eróticos con el joven Jung HoSeok, Jungkook estaba de lo más hosco.

¿Qué ocultaba?

Llevaba preocupándose desde el día anterior. A él no le gustaba preocuparse y normalmente no perdía el tiempo con eso. Pero eso había sido antes de conocer a HoSeok. Ya había considerado todas las cosas que podrían haberle pasado, y todas lo ponían frenético. Alguien le había hecho daño; solo esperaba que el culpable aún siguiera por allí para poder al menos echarle el guante.

El hecho de querer vengarse por él, de querer protegerlo, le resultaba muy extraño. Tan extraño como esa maldita preocupación. Ni dormido ni despierto parecía poder dejar de pensar en HoSeok; en su miedo y en su reserva.

Siete largos años. Increíble.

De madrugada, cuando empezaba a clarear, Jungkook se había despertado y había contemplado la posibilidad de que HoSeok nunca se ablandase con respecto a él.

¿Qué hacer si continuaba rechazándolo, si continuaba con aquella vida solitaria?

No. No quería pensar así. De hecho HoSeok ya sé había ablandado un poco. La noche anterior incluso parecía haberse divertido...

Chasqueó la lengua en señal de fastidio. HoSeok se había relajado lo suficiente como para charlar con él, o permitirle que le gastara bromas. Pero entonces esos dos habían llamado. ¡Qué mal momento!

El restaurante estaba casi vacío cuando llegó. Se asomó para ver si HoSeok había llegado, pero como no lo vio, decidió esperarlo a la puerta.

Aquel día hacía fresco pero también lucía el sol. Era un día glorioso, lleno de promesas, y él pensaba aprovecharlo. Estaba allí ensimismado cuando una suave mano femenina le hizo cosquillas en la parte de atrás del cuello. Jungkook se dio la vuelta y se encontró cara a cara con Lee Joo-Myung, la mujer que lo había llamado la noche anterior.

—¡Jungkook! Me dormí esperando a que me llamaras. ¿Qué estuviste, toda la noche por ahí?

—No, yo...

Ella lo besó en la boca con determinación, pero Jungkook la retiró.

—Myung —la reprendió—. Tranquilízate.

Pero JooMyung se inclinó sobre él, presionándole los pechos contra el suyo, y lo miró con expresión sensual.

—Ven esta noche —le susurró mientras le acariciaba la barbilla con un dedo.

—No puedo.

—No te arrepentirás —su sonrisa le prometió muchas cosas, todas ella fogosas.

Jungkook sonrió. Le encantaban las personas así, su modo de coquetear y de provocar.

—Lo siento, nena, no puedo.

JooMyung hizo un mohín. Y los mohines de JooMyung eran de los que hacían que los hombres se hincaran de rodillas. Pero él se había inmunizado recientemente, gracias a HoSeok.

—¿Pero por qué no?

—Porque ayer... —empezó a explicar, pero alguien lo interrumpió.

—Disculpa.

Jungkook volvió la cabeza y se encontró con que HoSeok estaba justo detrás de él. Iba vestido con un elegante traje de chaqueta gris y zapatos a juego. A pesar de que JooMyung no lo soltaba, Jungkook sonrió al verlo.

—Hoseok.

Sus grandes ojos marrones ardían de rabia. Jungkook intentó quitarse de en medio a JooMyung pero ella se agarró como una lapa.

𝐅𝐮𝐞𝐠𝐨 𝐲 𝐏𝐚𝐬𝐢ó𝐧 [JungHope]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora