Capítulo 2

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—¿Cómo? —HoSeok frunció el ceño, verdaderamente confuso.

—Ambos sabemos que tienes miedo de algo. Solo quería asegurarme de que no es de mí.

HoSeok lo miró con indignación.

—No me das miedo, teniente.

—Eh, eh —antes de que HoSeok se retirara le hizo cosquillas en la barbilla—. Ya estás con el rollo ese de «teniente». Hemos hecho un trato.

HoSeok suspiró.

—¿Adonde vamos a cenar?

Jungkook no pensaba decírselo aún.

—A un sitio tranquilo para que podamos charlar. Pero nada elegante.

—Me alegro, porque no voy vestido adecuadamente.

Jungkook lo miró. A la suave luz de las farolas de la calle notó que HoSeok era una auténtica belleza. Tenía la nariz estrecha y recta, los ojos marrones y la boca más sensual que había visto en su vida. Pero no era eso lo que lo atraía de él. No era lo que de pronto lo tenía totalmente excitado. Había conocido a infinidad de amantes, más y menos bellos. No. Era algo más, algo que aún no era capaz de definir.

—Tú siempre estás guapo.

HoSeok agachó la cabeza y se mordió el labio.

—Gracias —añadió rápidamente—. Bueno, en cuanto al calendario... me gustaría discutir algo especial para tu foto.

—¿Especial? —dijo Jungkook, casi seguro de que aquello no iba a gustarle.

—Eso es. Quiero que aparezcas en la portada y utilizarte en todas las promociones.

De no haber estado conduciendo, habría cerrado los ojos con disgusto.

La portada.

Maldición.

Al cambiar de tema, HoSeok empezó a animarse. Se volvió hacia él y se mostró más relajado, más abierto. Y como a Jungkook le gustó ese cambio, decidió no delatar aún su opinión sobre el tema.

—¿Por qué quieres utilizarme para la portada?

HoSeok lo señaló con una mano.

—Bueno... mírate, por amor de Dios. De todos los bomberos que accedieron a tomar parte, tú eres el más apuesto, y tienes un físico fabuloso.

—Te has dado cuenta, ¿eh?

HoSeok volteó los ojos con impaciencia.

—Me he dado cuenta porque esas cualidades ayudarán a vender calendarios, que es lo que de verdad importa. Tú eres la elección obvia.

Jungkook condujo en silencio, sin expresar sus pensamientos.

—Tengo una pregunta para ti —le dijo mientras entraba en el aparcamiento de un restaurante donde servían pollo para llevar; el local no era nada del otro mundo, pero Jungkook sabía lo buena que era la comida.

—¿Vamos a comer aquí?

Jungkook ignoró su pregunta.

—¿Si te parezco tan apuesto, por qué demonios te niegas a salir conmigo? —Jungkook se colocó en la fila de coches; tenía dos delante, de modo que echó el freno de mano y lo miró.

HoSeok tenía su abrigo agarrado con fuerza y ESA expresión de miedo en su rostro.

—¿Qué estás haciendo?

—Voy a comprar algo de comer.

Jungkook fue a rozarle la mejilla y él se retiró.

Su plan no había funcionado. No quería provocarlo ni fastidiarlo. Solo lo deseaba sexualmente.

𝐅𝐮𝐞𝐠𝐨 𝐲 𝐏𝐚𝐬𝐢ó𝐧 [JungHope]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora