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Entré a mi apartamento y ví como mi madre se acercaba a mí con una mirada angustiada, llegó a unos pasos de mí y me abrazó; sentí como mi uniforme se empezaba a humedecer.

Ma... estás bien? –interrogué

Eso...eso se supone que yo tendría que preguntar –respondió ella –Pensé que habías hecho una estupidez y estaba a nada de llamarte, si no contestabas llamaría a la policía –alzo un poco la voz secándose las lágrimas

Yo estoy bien, no hay de que preocuparse -sonreí-

Claramente no lo estás, eres mi hijo y sé lo importante que era ese chico para tí –habló dándome una mirada fija–como no saberlo cuando a cada rato hablabas de él -soltó una pequeña risa-

Me guió hacia mi cuarto-no sin antes dejar mis cosas en la mesa-y nos sentamos en mi cama. Por un momento hubo silencio, no quería voltear a verla, sabía que al hacerlo no podría aguantar las ganas de llorar; ella cuando quería que le contará todo, tenía una mirada tan cálida que, lograba su objetivo y me hacía hablar.

Al final no me resistí y giré en dirección donde estaba mi mamá. Y tal cómo dije; observé a mi progenitora; su mirada era profunda y cálida que transmitía una gran confianza a cualquiera que la viera; las lágrimas resbalaban por mi cara, ¿de dónde saqué tanta agua para que las lágrimas no pararan de salir?; mi mamá volvió a darme un abrazo y sin darme cuenta le conté todo lo que había pasado, desde la pelea a la plática con la mamá de Baji. Ella escuchaba atentamente y no dijo ni una palabra hasta que yo terminé.

Mira mi vida –se deshizo del abrazo y me agarró de los cachetes–esto no va a ser fácil de superar, era una persona que en el momento que llegó, tu vida cambió por completo y te regaló momentos que atesorarás por mucho tiempo, fué de esas personas que llegas a pensar que son las únicas en el mundo -rió- pero yo estaré para tí, Mitsuki, Yashiro, Takemichi, y demás gente estará para apoyarte, la perdida de una persona es mucho más doloroso que una bala,  porque el dolor que tienes de la bala es superficial y es posible que se pueda curar y, el dolor de una perdida es mucho más, tu cuerpo no lo procesa, empiezas a pensar en millones de cosas que pudiste haber hecho, todo tu organismo está débil, sientes que todo se derrumba y es mucho más difícil que se vaya...–habló–...el dolor sentimental siempre le ganará al superficial –musitó

Eso...eso sentiste cuando murió papá?

hm...vaya que así fue... Cuando tu padre llegó a mi vida era solamente un repartidor de correo -soltó una risa- llegó a mi casa pero cuando leyó el destinatario su mirada cambió a una de angustiada y  avergonzada, se había equivocado de casa –ríe levemente– Lo llegué a ver 2 veces más por el correo pero me lo encontré en un restaurante de comida rápida, me habían cobrado de más y yo traía el dinero justo, ahí es cuando un joven de cabello castaño claro se acercó y se ofreció a pagar, le agradecí y ahí es donde comienza mi historia con tu padre...ese repartidor hizo mi mundo toda una belleza -sonríe- que...cuando se marchó de este mundo me sentí la persona más inservible del mundo...–los ojos de mi mamá se empezaron a cristalizar pero siguió–yo lo mandé al supermercado porque pasaban mi película favorita en la televisión y el aceptó gustoso mi capricho, el último beso que nos dimos fue corto pero transmitía toda tipo de emociones positivas y me alegro que fuera así...

No fue tu culpa mamá, no sabías que eso pasaría –le dije mientras un abrazo nos unía otra vez

Muchas personas se acercaron y me dijeron lo mismo pero no era capaz de asimilarlo, yo me seguía echando la culpa; tú apenas eras un niño de 9 años y te tocó sufrir a tan corta edad que me hacía sentir todavía peor porque pensaba que no sería capaz de seguir adelante, que no sería capaz de criarte sin él,  pero, recordé su rostro una vez más...su mirada era demasiado dulce y viva que me decía "se que ya no estoy pero tú puedes seguir, lo harás exelente, yo confío en tí", y no solo era su mirada, también su sonrisa se veía tan radiante, me tranquilizaba y su confianza llegaba a mí. Seguí adelante pero nunca lo olvidé porque no quería hacerlo, quería que sus recuerdos permanecieran en mis memorias y tú también me ayudaste, me diste una razón para seguir y que podía mejorar cada día –el abrazo no siguió y me miró–tampoco eres responsable de su muerte, esa fue la decisión que tomó pero... se perfectamente que esas palabras no las tomarás en cuenta y te seguirás culpando, así que voy a estar ahí a tu lado, no para que lo olvides, para que sigas adelante y guardes esos recuerdos dónde está el ahí, porque te puedo asegurar que cuando conociste a Keisuke mi hijo se volvió una persona mucho más feliz -sonríe- si supieras el brillo en tus ojos cada vez que hablas de él

Me llegarías a amar? //Bajifuyu [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora