INTRODUCCIÓN

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La vida de santa Teresa de los Andes es una vida fresca y hermosa como ella, que murió a los 19 años en plena juventud. Ella desde niña sintió un deseo muy grande de amar a Dios. Después de su primera comunión este deseo se fue aumentando, ya que Jesús le hablaba y le enseñaba a vivir una vida de entrega total.

Juanita, como la llamaban en casa, era de familia rica y tuvo todas las comodidades deseables, pero ella desde niña no quiso lucirse con vestidos o joyas, sino más bien se preocupaba de ayudar a los demás, especialmente dando catecismo a los niños pobres y curando a los enfermos. En su casa era el ángel de la familia, que alegraba a todos con su amor y sonrisa. También tenía sus defectos que, poco a poco, fue superando con la gracia de Dios.

Su vida es una vida de superación y santificación personal. Dios la escogió como una bella flor de su jardín y Jesús se enamoró de ella desde niña, concediéndole gracias y carismas extraordinarios. A los 18 años entró de religiosa en el Carmelo de Los Andes y Dios la preparó en pocos meses para llevársela al cielo. Murió como una santa y la Iglesia la ha reconocido como tal.

Que esta santa chilena, hermana y amiga de todos, especialmente de los jóvenes, nos señale el camino para llegar a Dios por medio de una entrega total al servicio de Dios y de los demás. Y que su luz nos guíe por los senderos de la vida para ser santos y felices de corazón.

Nota.- Al citar Diario nos referiremos al Diario y cartas, Ed. Carmelo teresiano, Santiago de Chile, 1993.

Sum hace referencia al Summarium (Sumario) del Proceso canonizationis servae Dei Teresiae a Jesu (de los Andes). Positio super virtutibus, Roma, 1985.

Las notas de Lirio son del libro Un lirio del Carmelo, escrito por sor Gabriela del Niño Jesús, 1926, tercera edición corregida de 1940.

Santa Teresa de los AndesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora