VII

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En este momento me encontraba en casa de una persona muy importante para mí y que a pesar de no formar parte de mi familia biológica siempre estuvo conmigo en momentos difíciles como cuando me enteré de la muerte de mi padre, estaba completamente destrozado en ese entonces y también completamente solo, no tenía a nadie más, mi madre entró en una depresión que hasta el día de hoy no sale, yo no podía soportar ver a mi madre ingerir alcohol cada vez que se encontraba en casa o tratándome con indiferencia, me dolía tanto no poder recibir nuevamente el amor de mi padre y peor aún el de mi madre quien aún respiraba el mismo aire que yo pero era como si realmente no estuviera conmigo.

Así que en ese tiempo no me apetecía estar dentro de casa a menos que sea solo para dormir, aquí es donde entra el señor Choi, literalmente un ángel caído que vino solo para protegerme. Él me permitía estar en su casa en aquellos tiempos y cocinaba mi comida preferida, a veces íbamos a jugar al parque y también me acompañaba para ir a visitar a mi padre, pude sobrellevar todo el dolor gracias a ese hombre y se lo agradecía demasiado.

—Hijo ¿Qué te trae por aquí? Pensé que te habías olvidado de mí.

—Como podría olvidarme de mi viejo preferido—Respondí en broma.

—¿Viejo? Cada vez la juventud se vuelve más grosera—Farfulló el señor Choi, moviendo su cabeza en forma de negación. Me reí y cuando menos lo creyó venir lo envolví entre mis brazos.

—Lo extrañé tanto...—Murmuré—El trabajo, el hospital y los estudios me mantienen muy ocupado.

—Así que sigues yendo al  hospital y ¿Qué tal todo? al parecer mejor, jamás te había visto tanto tiempo tan feliz como lo estás ahora—Mencionó frotando mi espalda cariñosamente.

—Pues... la enfermera Jeong dice que estoy mejorando y he conocido a algunas buenas personas.

—No te noto muy convencido con lo primero—Hice una mueca, realmente no quería hablar de ese tema—Bien no insistiré. Mejor cuéntame de tus nuevos amigos, solo espero que no sean como ese Riki.

—Lo ama señor Choi.

—Ese mocoso, aún no puedo olvidar cuando robó mis galletas—Entrecerró sus ojos y seguramente recordando aquel día de la travesura del japonés. Será más conveniente no contarle que Jungwon y yo le retemos cuando el menor se negaba rotundamente a realizar aquello.

—En realidad son muy diferentes, cada uno tiene algo especial.

—Al decir eso noto que brillan tus ojos, hijo ¿Hay alguien en particular del que estes hablando?—Inquirió el mayor, me sorprende lo muy observador que es.

—Uh... hay alguien.

—Claro, lo noté, pero me refiero a cómo es y que tiene ese chico para que te animaras a hablarme de él.

—Es guapo.

—Pff, lo primero en lo que se fijan hoy en día—Le di un pequeño empujón jugueteando.

—Me hace feliz, me agrada tanto que aunque no tenemos mucho en común aún así nos interesemos el uno con el otro. Estar con él es diferente ¿sabe? Se fija mucho en las pequeñas cosas, como aquella vez que hablamos por mensajes y le comenté que me gustaba mucho el ramyeon, y cuando menos lo esperé trajo eso para comer juntos. También se preocupa por mí...—Suspiré—pero no quiero ilusionarme por pequeñeces, cualquiera podría hacer eso.

—Hey, Niño, estabas tan bien hablando de él. No deberías dejar que tus inseguridades te dominen ¿A caso ese chico te dijo que no le interesas?—Negué—siendo así no puedes dar por hecho lo que siente, conócelo más y deja que te conozca y si después de eso no sigue contigo entonces no lo necesitas en tu vida—Asentí y elevé escasamente las comisuras de mis labios. El viejo Choi siempre tenía buenos consejos para darme casi siempre servían.

Al terminar está charla algo profunda vimos algunas películas y conversábamos de temas triviales. Nos pusimos al día por el largo tiempo sin vernos, pues el señor Minjae aprovechó las vacaciones del trabajo para viajar por Europa a visitar a sus hijos.

—Bueno, creo que es hora de irme. Lo vengo a visitar la próxima semana—Me despido dándole un cálido abrazo. El señor Choi antes de irme me entregó un recipiente llenó de galletas recién horneadas por él.

—Está bien y no te olvides decirle a Yang que venga para que me pase algunos tips de cocina.

Asentí y seguí despidiéndome moviendo mi mano hasta salir de la casa.

De camino al trabajo vibró mi celular advirtiéndome de un mensaje. Ya sabía quien seguramente era el emisor así que no me sorprendía sentir latir mi corazón presurosamente, me había acostumbrado tanto a esta sensación gracias al rubio que siempre ronda por mi mente.

 Ya sabía quien seguramente era el emisor así que no me sorprendía sentir latir mi corazón presurosamente, me había acostumbrado tanto a esta sensación gracias al rubio que siempre ronda por mi mente

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«Conócelo más y deja que te conozca»

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«Conócelo más y deja que te conozca»

Las palabras del viejo Minjae regresaron a mi mente. Tal vez debería hacerle caso...

Sonreí en medio de la calle, seguro las personas pensaran que soy un demente

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Sonreí en medio de la calle, seguro las personas pensaran que soy un demente. Pero es que cuando se trata de él me vuelvo un total tonto y aish, me envió un corazón al final...

wonder |  ༚ Heejake ༚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora