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Me encontraba en la cafetería de la universidad observando como JungKook tenía a su nuevo rollo encima de sus piernas mientras le tocaba la oreja y hablaban con sonrisitas en sus rostros.

Me estaba empezando a preocupar por la oreja de la chica, porque JungKook llevaba un rato tocándola y a ella en cualquier momento se le iba a acabar cayendo.

¿Tendría este hombre algún fetiche con las orejas? Porque si la respuesta era que sí, entonces empezaría a replantearme el que me continuase gustando.

 —Jimin, deja de mirarlo, al final lo va a notar como muchas otras veces. —me avisó HoSeok.

—Bah, no te preocupes, él está muy entretenido hablando con esa chica mientras le toca la oreja. —le resté importancia.

Pero justo en ese momento, los ojos de JungKook se conectaron con los míos y se quedó mirándome fijamente. Él notó mi mirada.

 —Ves, te lo dije.

Si él me miraba y se le ocurría algo para decirme o hacerme, entonces aprovecharía y vendría hacia mí para molestarme. Ya esto había pasado en muchas otras ocasiones, por lo que no me sorprendería que en estos momentos se levantase de su asiento para acercarse a mí.

Vi que por mucho que no le apartase la mirada él no la apartaba de mí. Así que lo que hice fue sonreírle falsamente y sacar el dedo de en medio.

Esta vez empecé yo, pero me estaba cansando su juego de miradas tan estúpido ¿No tenía nada mejor que hacer?

Como era de esperarse, quitó a la chica de sus piernas y se levantó para dirigirse hacia mí. Muchas personas ya tenían sus ojos  puestos en él, y al ver que se estaba acercando a donde yo estaba sentado, todos sabían que se venía algo.

 —¿Te crees muy gracioso haciéndome un corte de manga? —dijo nada más que quedó enfrente de mí.

—No, solo te estoy mostrando el dedo que te voy a meter por el culo. —respondí muy calmado, lo contrario a él.

Se escucharon varios murmullos y risas por el lugar, cosa que hizo enfadar mucho a JungKook.

 —Mejor métetelo a ti mismo, sé que te encanta. —sonrió de lado. —¿Qué hacías mirándome tanto? ¿Acaso te gusto, maricón?

Y ahí estaba ese "insulto" que tantos homofóbicos usaban como si fuese lo más ofensivo del mundo. A mí la verdad es que me daba exactamente igual.

Pues sí, por desgracia me gustas. No, es más, me encantas. Y todavía no entiendo por qué sigo detrás de ti, imbécil.

 —No te creas tan importante, JungKook. —me levanté. —Te estaba mirando porque te veías patético desde lejos, pero ahora que te tengo cerca te ves mucho peor. —reí y después de eso salí sin prisa de la cafetería.

Quería ir al baño desde hacía unos minutos y por su culpa no pude, así que ahora que ya me lo había quitado de encima podía ir sin problema.

Pero me equivoqué, porque sentí a alguien detrás de mí. Alguien que agarró mi brazo con fuerza y me metió en el baño de la manera más brusca posible.

Cuando me giró y vi sobre quién se trataba, no me sorprendí. La única persona que me agarra de esa manera era él.

 —¿Qué quieres? —solté cansado de esto, no me apetecía seguir discutiendo, pero él siempre tenía ganas de más.

 —Lo que quiero es pegarte una paliza y dejarte irreconocible, pero no puedo hacerlo porque me metería en problemas. Así que solo te digo una cosa... —agarró el cuello de mi camisa y me estampó con una pared. —Deja de vacilarme y deja de creerte mejor que yo, porque no lo eres. Lo único que eres es una vergüenza y escoria para todo el mundo, ni siquiera mereces estar en esta universidad.

𝐂𝐨𝐧𝐪𝐮𝐢𝐬𝐭𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐀 𝐮𝐧 𝐇𝐨𝐦𝐨𝐟𝐨𝐛𝐢𝐜𝐨 ღ𝒌𝒎 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora