Libertad

9 1 0
                                    

Al tirarme en la inmensidad de mis cuatro paredes, acostada en las nubes de mi alma, me cuestiono por qué todo es cómo es y por qué no hago nada para remediarlo.

No se cómo salir del pozo de la desesperación que tengo en mi pecho y tampoco logro descifrar el por qué está ahí o cómo arreglarlo.

Trato de ahogar ese pensamiento y trato de alejarme de la realidad que me envuelve con una pesada manta de acero.

Quiero volar alto, perderme entre las nubes, subir y subir hasta convertirme en una de las mil estrellas que hay en el cielo nocturno. El cual ahora observo detenidamente desde mi ventana, observo detenidamente como sus adornos brillan en la pesadumbre que envuelve esta noche.

Observo a la Luna, el adorno más inmenso del cielo, deseando ser lobo para comunicarle mi aprecio y amor por su compañía. Que todos pueden dejarme, pero Luna, tú nunca te irás. Y por eso deseo ser lobo, porque además de como él tiene un amor imposible e inalcanzable con la Luna, yo también deseo aullar a los cuatro vientos proclamando una libertad, que en realidad no tengo.

Libertad que hoy día trato de luchar para conseguirla aún cuando mis cuatro paredes se regodean, burlándose, de como jamás lo conseguiré.

Alas de porcelanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora