Sweet Boy [RenMin]

Capítulo 4

Capítulo 4 Parte II

El segundo día después de la muerte de Tián mìmì, Renjun tampoco fue a la escuela y no se vieron en todo el día. Fue hasta el tercer día cuando Jaemin llegó a su salón de clases que el rubio ya se encontraba en su pupitre sentado. El mayor con eso entendió que Renjun ya se sentía, tal vez no mucho, pero sí un poco mejor.

Renjun al alzar la vista para enfocarlo abrió los ojos de par en par ante la sorpresa, mientras escuchaba a la gente hablar a su alrededor. Algunas de sus compañeras emocionadas con el nuevo look del cabello de Na Jaemin, en tanto Jisung se reía en su lugar. El cabello del mayor ahora era de muchos colores. Colores suaves que combinaban y hacían contraste con su piel blanquecina, haciéndolo lucir aun más apuesto para los ojos de Renjun.

Jaemin se frotó la parte trasera de su cuello yendo a su lugar al final de la clase con una leve sonrisa después de ver la reacción del rubio. Su amigo Jisung enseguida comenzó a halagarlo, así como molestarlo por su cambio, y de pronto, se sintió algo ridículo por haberse teñido el cabello así, pensando en Renjun, en que esperaba tal vez gustarle un poco más. Desde días atrás había estado considerando en cambiarse el estilo de cabello y el día antes, cuando finalmente se decidió por hacerlo, se guío en cuanto a los gustos de Renjun para sorprenderlo.

De pronto Jaemin se había descubierto haciendo cosas por el menor que ni por todo el dinero del mundo hubiera hecho antes.

— ¿Acaso esto venía en la apuesta? —le preguntó Haechan en el comedor de la cafetería.

Ante ello, Jaemin sonrió en respuesta.

— Yo no recuerdo haberte dicho que te tiñeras de arcoíris el cabello, Jaemin-ah. —le dijo Mark y Jeno río.

— Te ves ridículo niño. —mencionó el adinerado de todos— Pero a las chicas pareces gustarle más así.

Jaemin río y golpeó en forma de juego el hombro del mayor.

— Jaemin... ¿Cómo vas con la apuesta? —cuestionó Jisung de pronto y Jaemin por un momento no supo qué responder.

Cierto... la apuesta.

— Va bien... —mencionó seca y cortamente.

Todos sonrieron con la buena noticia, aunque el menor de todos no lo hizo.

Tras finalizar las clases ese día, Jaemin esperó a Renjun en la para de su bus y el menor llegó solo unos minutos después. Aguardaron por el bus en silencio y cuando este arribó y estuvieron sentados en sus asientos, Renjun miró su regazo con las mejillas sonrojadas por lo que estaba a punto de decir.

— Jaemin, luces muy guapo así...

El mayor volteó a verlo con una sonrisa.

— ¿Te gusta?

— S-sí... te queda bien. —carraspeó y Jaemin tomó su mano.

— Me alegra saber que te haya gustado. —Renjun sonrió y apretó el agarre de sus manos— Un día me dijiste que te gustaban estos colores, así que, he tomado eso como referencia para teñirme de este modo el cabello.

Jaemin se llevó la mano de Renjun a los labios y besó el dorso de ella mientras lo veía a los ojos.

El menor de los dos sintió palpitar tan rápido su corazón que ya era imposible no saber lo que sentía por ese chico frente a él.

Se había enamorado.

Enamorado perdidamente de Na Jaemin.

Todo el día se había mantenido nublado, pero ahora las nubes estaban mucho más grises, dando a advertir que caería una tormenta en cualquier momento. Renjun abrió la reja del castillo y se adentró con Jaemin hasta la biblioteca, el rubio tenía que hacer un par de tareas atrasadas y leer algunos libros, así que, quiso apresurarse.