Extra

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Capítulo extra. Un fin de semana juntos.

Jaemin en realidad no tenía mucho que decir acerca de su vida a comparación de Renjun.

No se consideraba alguien interesante, solamente era alguien apuesto al cual solía jugar a ser el chico popular y mujeriego de la escuela, pero eso había cambiado, porque ahora Jaemin pensaba que era alguien realmente afortunado por tener a Renjun a su lado. El menor le alegraba sus días, en serio que sí. Le saca sonrisas y robaba besos inocentes, le deleitaba con su voz y a veces cuando tocaba algún instrumento, siempre estaba a su alrededor con toda su dulzura haciéndolo sentir dichoso.

Por otro lado, ahora Renjun ya no estaba solo. Ya no le importaba que sus padres no fueran a visitarlo o que sus compañeros en la escuela no le hablaran, pues se sentía realmente feliz junto a Jaemin a su lado. Incluso ahora la tristeza por la pérdida ya no albergaba más en su corazón. Eso se lo agradecía al mayor, le agradece tanto que no lograba saber cómo pagárselo, aun cuando Jaemin nunca le pidiese algo a cambio.

Ellos no lo sabían, pero estaban agradecidos el uno al otro por todo, lo cual era suficiente y lo sería mientras durara. Eran el uno para el otro y se complementaban de una manera increíble.

— Mírenlo ahora... —expresó Mark con diversión— tan sumiso ante el chico que alguna vez decía odiar.

— ¡Hey! —se quedó el menor mientras escondía su rostro en la curva del cuello de Renjun— Cierra la boca Mark... yo no odiaba exactamente a este chico.

Renjun rio con suavidad.

— Quien iba a decir que algún día íbamos a tener el privilegio de ver enamorado a Na Jaemin. —mencionó Donghyuk con una sonrisa— Incluso ahora podemos verlo sonrojado, ¡El amor hace milagros!

Ante ello todos rieron y Jaemin apretó más a Renjun contra su cuerpo con delicadeza.

Estaba de nuevo sentados en el patio trasero, alejados de todos los demás estudiantes. Jaemin se encontraba recargado en el tronco de uno de los árboles, mientras Renjun se ubicaba entre sus piernas, recargando su espalda en el pecho del mayor, comiendo un sándwich, en tanto, los amigos de Jaemin parecían rodearlos entre chistes y comentarios para molestar en forma de juego a Jaemin.

Renjun prefería comer ahí y como se hizo costumbre, Jaemin lo complació. Ser el novio de Jaemin no le proporcionó algún privilegio o cambiara mucho su vida, porque existía muchas personas que apenas Renjun conocía, molestas con su relación, dado que ellas consideraban que era muy poca cosa para Jaemin, indicando que este era merecedor de algo mejor a su lado. Aunque sí, algunas cosas cambiaron en su vida escolar, como convivir ahora con los amigos de Jaemin, quienes le recibieron amablemente como novio de su amigo. Sin embargo, fuera de ese grupo, predominaban las personas que insistían en molestarlo, y, pese a ello, la situación continuaba sin importarle. No le importó antes y mucho menos ahora que tenía al mayor a su lado como pareja oficial frente a todas las personas. Y como Jaemin lo prometió, ahora estaba él para protegerlo.

Renjun ahora tenía alguien a su lado quien lo defendía y hacía sentir especial.

El ahora platinado continuaba con su rostro hundido en la curva del cuello del menor, no solo para ocultar su sonrojo por los comentarios de sus amigos, sino también porque el dulce olor de Renjun era adictivo y así de cerca, podía deleitar mucho mejor sus fosas nasales. El menor de todos ahí, extendió una bolsa de papas fritas para que comiesen y todos aceptaron... bueno, todos menos Jeno quien empezó sus comentarios de personas como él no comen frituras, haciendo reír a Jaemin, porque en verdad que Jeno no tenía ni idea.

— Sé que no me conoces mucho, pero las personas como yo no comemos lo mismo que comen las personas de... tu clase. —mencionó con una sonrisa amable, pero mirada engreída y Renjun lo miró sin entender.

Sweet Boy [RenMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora