Little accident

IV

Meses después

—¡Woh! —Alzó sus brazos llena de alegría. —Alcance los 20 metros, un metro más que la semana pasa... ¡Ahhh! — Cuando estaba cayendo por el aire se dio cuenta de la mala idea que fue moverse con emoción y festejar su récord a 20 metros del piso y cuando aún no poseía el suficiente manejo del equilibrio sobre la escoba.

Sintió como era jalada de su chaleco y posteriormente sentada en otra escoba.

—Te he dicho que tengas cuidado —Escuchó la voz de su novia, riñiendola por segunda vez en el día, pues en la clase de pociones terminó explotando el aula por tercera vez en este mes, donde Diana tuvo que hacer uso de su magia y usar nuevamente "Scrylla" y "Yera Retoure" Para detener el desastre y regresar todo a su lugar.

—Lo siento, me emocione demasiado —La abrazó por la cintura y recargó su mentón sobre su hombro. —¡Alcance otro metro más!

Pudo escuchar como su novia sonreía aún si ver su rostro, antes de felicitarla con una voz tan cargada de dulzura que las manos de Akko no lograron retener un suave jugueteo mientras la chica soltaba una suave risa llena de emoción, siendo fielmente acompañada de aquel cosquilleo en sus mejillas que daban como consecuencia un adorable color rojizo en estas. —Lo vi, felicidades, mi espléndida maga

Ambas se habían hecho novias después de lo que pasó aquel día en la enfermería, donde básicamente Diana estuvo a nada de gritar su amor por ella en su discurso para Akko. Jamás hubo una propuesta, había sucedido de una manera tan natural que, semanas después cuando le preguntaron a Diana que relación tenía con Akko, ella respondió con simplicidad que era su novia, esto frente a la castaña, quien se limitó a asentir como si fuese lo más obvio.

Ambas llegaron al suelo, donde sus amigas se encontraban sumidas en sus propios asuntos.

—Mañana será la excursión a un pequeño pueblo del norte, iremos a observar un lugar que posee magia —Comentó de pronto Hannah, mirando a Diana y Akko, quienes solo se mantuvieron calladas.

Lotte decidió hablar ante el silencio de las demás. —Diana, Akko, ¿Están bien con eso? Podrían preguntarles a las profesoras si se pueden quedar, no creo que tengan problema con ello

Diana observó a la chica de lentes, antes de suspirar y cerrar sus ojos con seriedad. —Esta vez no estaremos solas, y me encargaré de no quitarle los ojos de encima a Akko —Realmente quería decir "Cuidar a Akko" pero no lo diría frente a la castaña, ya que seguramente se quejaría diciendo que no necesitaba que la cuidara. Así que, mirando a su novia, le sonrió con calma, a lo cual Atsuko levantó sus brazos con emoción y gritó.

—¡Bien! ¡Iremos a acabar con cualquier dragón que se tope con nosotras!

—¡Akko! —Le reprendió su novia, bajo las risas de algunas de sus amigas.

—Solo bromeó —Rascó su nuca con nerviosismo mientras hacia un mohín que le dirigió a Diana. —En cualquier caso —Sonrió, mirándolas llena de confianza. —Está vez estaré con ustedes, y me abstendré de cometer alguna imprudencia —De forma inconsciente, tomo la mano de Diana, sosteniéndola con seguridad, cosa que hizo sonrojar ligeramente a la ojiazul y que, con un movimiento discreto, correspondió con un suave apretón. La Cavendish había notado que Atsuko solía tener ese tipo de gestos de forma no consciente, llevando su mano hasta la de ella, a veces a su hombro o en algunas ocasiones, enganchándose de su brazo de manera que lo abrazaba; la de ojos azules no podía hacer otra cosa que no fuese admitir (muy dentro de sí) cuanto amaba este tipo de acciones de parte de su novia.