Paletas de Yakult

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Corria el día como lo era normalmente; Joaquín haciendo flan, helado, paletas y muchas cosas más, la venta en esta época del año era alta pues el calor era insoportable, para la gente local pasar a su tienda tan pintoresca era un deleite; tanto visual como para el paladar, el joven de 19 años tenía su propia repostería y le encantaba era una zona recidencial así que los precios no eran para nada baratos, esto era una ventaja por qué el daba precios triplicados y aún así al finalizar el día ya había vendido todo.

El vivía justo enfrente de su local era una recidencial de 3 pisos, este se alojaba en el segundo, el primero estaba vacío y el de hasta arriba era de una señora de muy pocos amigos y muchos gatos, demasiado excéntrica para el gusto de Joaco y muy gruñona.

-buenas tardes!, Disculpe aún tiene flan?- pregunto al llegar una nena con coletas de pelo castaño y ruloso no pasaba de los 5 años
A Joaquín se le derritió el corazón, su debilidad eran los niños, aún que no quería hijos, siempre quiso ser el tío consentidor
-si nena aún hay, ¿vienes sola?- pregunto extrañado, pues si, era zona recidencial pero la niña era muy pequeña para estar sola
-no, por ahí está mi papi- Joaquín siguió con la mirada el dedo pequeño que apuntaba a la parte de las mesas y ahí vió a un castaño de chaqueta de cuero y rulos, obviamente era el padre, eran idénticos y o valla! El hombre era muy guapo, miraba hacia la ventana como pensativo y su perfil era demasiado bello para ser real.

-Bien te daré el flan, espera aquí-
-gracias señor!-
-por favor no me digas señor aún veo caricaturas, dime Joaco-
La niña sonrió apenada y asintió
Joaquín regreso con una rebana de flan con cerezas arriba y decorado con hilos finos de lechera
-Toma, disfrútalo!-
-gracias Jacob-
Joaquín se empezó a reír e iba a corregirla pero la niña ya estaba con su padre en la mesa.

...

-Papi, tú quieres flan?- Emilio dirigió su vista hacia su hija y solo nego sonriendo le
-no bichito come tú-
Any soltó una pequeña risa -okey papi-.

Emilio tubo una mirada fugas en dirección al lindo repostero que estaba en el mostrador anotando algo en hojitas de colores muy pequeñas, soltó una sonrisa y le dijo a su hija; -bicho, quédate aqui, iré a pedir algo ¿sí?-
-claro pa-
Camino en dirección al ruloso de cabello oscuro no iba a negar que todo se veía apetecible...
-hey!, Buenas tardes vecino!- saludo un poco apenado pues no era de muchas palabras o contacto humano.

Joaquín le sonrió
-ho! Hola que tal, un gusto, acaba de mudarse?-
Emilio asintió
-de hecho vivo en el piso de abajo, en su residencia, la vecina de los gatos me dijo que el repostero vivía ahí así que...-
Joaquín se impresionó -o dios!, De verdad?- Emilio asintió -pues bienvenido, espero sea de su agrado la privada-
Le sonrió y noto al ruloso cabizbajo pero no quiso preguntar
-si, bueno la privada es linda, no tanto como el precio a pagar por estar aquí pero si, es lo que quiero para mi hija, no quiero que crezca en un lugar inseguro-
-bueno si, es caro vivir aquí, yo aún no me acostumbro del todo, pero su nena estará muy segura aquí se lo prometo, y cualquier cosa, somos vecinos, su casa está disponible-
-o! Gracias igual tienes tu casa justo ahí-
Joaquín asintió con una sonrisa y rápido se movió a una nevera que quedaba justo de bajo del mostrador
-mire, es un regalo de bienvenida, es una receta especial-.

Emilio recibió una paleta del lindo repostero, una que era como cualquier otra, parecía de fresa con pequeños toques blancos
-gracias pero insisto quiero pagarte-
-o no! Basta es un regalo, insisto- sonrió* es de fresas son Yakult
-valla! Creo nunca la he probado, bueno está bien, gracias por tu regalo ah....- se quedó pensativo
-joaquin-
-claro-sonrio*.

...

Pasaron semanas y Joaquín siempre recibía a Emilio en su repostería a la misma hora para que le comprara su paleta favorita, fresas con Yakult, Joaquín siempre las hacía en realidad solo el las comía, pero ya no más, ahora siempre hacia una de más para Emilio, por qué sabía que vendría por ella.

Su relación como vecinos era lo normal, siempre que Joaquín se iba a las 2 de la tarde a abrir su repostería Emilio lo saludaba por qué a esa hora su niña se iba a la escuela y al regresar pasaba a la repostería por su paleta, la verdad platicaban en persona y ahora, más a menudo ya que Emilio vio su número en el chat de vecinos de la manzana y decidió mandarle mensaje, apartir de ahí comenzaron a mensajear se seguido se contaban desde cosas insignificantes hasta las cosas difíciles por las que estaban o habían pasado.

Por ejemplo Emilio recién se había separado de su pareja con la que tuvo a su niña por qué tenía tiempo engañando lo con un tipo muy viejo y rico, claramente no dejaría pasar una infidelidad, y dejaría a su hija con una persona que le falta el respeto a su hogar y que claramente le importan más los lujos y el dinero que su propia familia, por qué sí!; no estaban casados pero por dios santo!! ya tenían una hija juntos!
Joaquín leyó atentamente todo lo que Emilio escribía y lloro por su historia, es decir no sabía por qué alguien le haría algo así a un hombre tan lindo y de buen corazón, además también le contó sus problemas financieros y el por qué para el estar en la privada era un lujo, pero todo por la seguridad de Any.

Joaquín le contó que recién había empezado el negocio y que seguía en la universidad estudiando repostería, solo que ahora en las mañanas por el tema del trabajo así que, sí! particamente sus ratos libres eran las tardes noches, y los Findes de semana, por las mañanas.
Salir de su casa fue lo mejor que hizo y el negocio fue un préstamo de parte de su padrino, y pronto se lo pagaría con ventas tan altas; tenía lo suficiente para vivir un año sin hacer nada.

....

Eran las tres de la tarde y Joaquín tenía gente en su negocio, comiendo y pasando el rato, derrepente oye la puerta abrirse y ve al ruloso castaño y muy alto de grandes pectorales
-buenas tardes Emilio- sonrió*
-deja las formalidades Joaco, sabes que ya somos amigos-
-¿en que momento?- Joaquín vio que la cara de Emilio cambio drásticamente y bajo la mirada
>>-em no! Perdón fue un chiste, yo, no te pongas triste-
Emilio lo vio a los ojos y solo sonrió
-entonces ¿si somos amigos?-
-¡Claro!-
-bueno sabes a qué vengo-
-cierto tu paleta- como ya era costumbre Joaquín se agachó a su nevera personal y tomo la paleta para Emilio
-disfrutala!-
-lo haré, ja! Gracias Joaco-.

Emilio se fue de ahí disfrutando de su paleta favorita y su sabor tan.... No podía describirlo pero lo volvía loco, jamás pensó que una combinación tan rara como fresas y Yakult quedaría tan bien.

El realmente adoraba cada parte de Joaquín, y no solo físicamente era atractivo, no! no! también en sus pequeñas acciones que lo hacían morir de ternura como cuando sus ojos brillaban al ver a su hija, o cuando le daba su paleta y le sonreía apretaba sus labios en una fina línea y sus ojos se cerraban por completo, o cuando lo veía los fines de semana tras la barra preparando algún helado con su cara de concentración, además el traje de cheff se le veía muy lindo y adorable; con el físico no cambia la historia, pues Emilio amaba sus rulos obscuros y sus brazos tupidos de bello, siendo el completamente lampiño, sus labios rositas y pomposos que se veían demasiado suaves y su nariz tan linda, dios tenía un problema, y uno serio... A él, le gustaba Joaquín.

Después de semanas debatiéndose mentalmente... Llegó a esa conclusión, claro que le cayó de sorpresa y se asustó estaba entrando en un tremendo conflicto gay, pues jamás había sentido atracción hacia un chico, además no quería ser un idiota inmaduro, y evitar a Joaquín o algo así, así que decidió manejarlo con madurez y mantenerse cerca y dócil, junto con su hija que le contaba de forma indirecta su crush con el vecino, tanto así que la niña de juego le decía mami a Joaquín.

...

Que les pareció?
Coman, duerman y tengan muchos orgasmos, los tqm<3.