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02

PJ: Saeyoung/ Luciel/Saeyoung.
AU: NINGUNO.
Advertencia: Ni una.

En una mañana, tan tranquila como cualquier otra. El agente 707 se encontraba en su habitación donde todo estaba desordenado no había ni la mitad de orden para llamarla "habitación". Más bien parecía gallinero. Algo que muy bien dicho se lo tenía Vanderwood. El agente a cargo de su persona, un británico chico de cabellos cafés y melana larga, estaba harto de tener que repetirle todos los días lo mismo, que terminará el trabajo o que por lo menos tuviera esa habitación limpia u ordenada.

Hackeaba. Pero no lo que debía, claro que no. Tenía toda la nariz metida en aquella organización religiosa, la cual estaba encargada de ese chico pelicastaño. El cual se había quedado en el apartamento de la risueña chica con unos enormes y frondosos rizos de oro. Era una situación que le incomodaba y ponía su piel de gallina. Había tanta información en aquella habitación, la peor idea de Rika. Para ponerle la cereza al pastel la única seguridad de esa habitación, mayormente enorme, era una explosiva realmente brava bomba, de una magnitud inimaginable. En su entonces no se negó, porque realmente no le importaba mucho Rika. Al que le debía la vida completamente era a V y por eso mismo, ahí estaba, resolviendo los problemas de su difunta novia. Igual, tampoco le importó mucho porque no había una vida dependiendo de eso. Ahora sí.

Sus dedos y sus ojos, estaban en estado criticó. Muchos dirán que no cansa escribir en computadora pero realmente es el suceso más tedioso y abrumante de la vida, estar sentado y jorobado todo el tiempo. Tratando de que sus ojos no lloren por el brillo constante de la pantalla, habían muchas contras y pocos pros. Pero él eligió esto sobre su hermano, así que al menos debía ser bueno. Ó hasta que razonó.

-Maldita sea.

Maldijo. Otra vez estaba haciendo otra cosa sobre el trabajo, Vanderwood le advirtió qué si la habitación no estaba lista para cuando él llegará, le iba ir realmente mal. Sólo tenía la mitad de ese trabajo y la habitación seguía sucia, con todo en el suelo, basura, refresco, pedazos de pizza y... ¿un globo?

-Puedo hacer una llamada antes... Para liberar mi mente y poder trabajar bien.

El agente especializado, que en todo momento estuvo pegado a su escritorio que contenía: varias pantallas en un órden que hace que puedan unirse todas y mostrar la misma imágen, diferentes pc's para soportar cualquier tipo de información, un pequeño ventilador que daba vueltas tan lentas como los minutos, basura tirada, más soda pegajosa... Tenía todo un desastre, incluso en la zona de trabajo.

De ese mismo lugar, tomó su celular y marcó el único número que le aparecía en el apartado de «recientes». Una mueca de felicidad asomó, sin saberlo, en sus labios, dejando en claro que no iba a perder el tiempo, si no a ganarlo.