Parte dos. Pj: Saeran Choi. A. U: Fiesta de Halloween. Advertencia: Uso de drogas, alcohol, tabaco, insultos etc etc.
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—No me lo creo, ¿a esto te refieres con tranquilo? —tus ojos viajaron por toda la gran casa que se encontraba festejando la fecha favorita de la mayoría, Halloween, había de todo un poco, las palabras se quedaban cortas a todo lo que sucedía. Todos tan jóvenes y estúpidos, consumiendo todo tipo de veneno, obviamente tú no serías la excepción por eso estabas ahí, ibas a ahogar todo estrés con sustancias que desconocias.
Ahora tenías una sola meta, perder todo conocimiento posible en aquella fiesta. Entraste alado de tu amigo del alma y rommie, Hyun Ryu o como era conocido por la gran mayoría, el guapo Zen. Él te había dicho mil veces que no te iba a llevar a la gran fiesta porque te quería demasiado y si algo le pasaba al niño de sus ojos no se lo perdonaría, algo muy gay de su parte, según tú.
Ryu era invitado a todos lados ya que al ser el chico más popular tenía demasiada fama mientras tú pues eras su pulga e ibas a cualquier lado con el, después de todo no le molestaba. Lo malo aquí, además de todo, es que en esa fiesta había mucha gente que ni él mismo conocía, así que no confiaba en nadie. Después de todo eres la víctima perfecta, eras completamente virgen en todo ese lugar, obviamente comparándolo con las demás personas.
—Por favor, (...). No quiero que te separes por nada de mí, yo se como cuidarte y de quien protegerte.
—Ey... Vamos Zenny. Es mi primera fiesta, déjame divagar por ahí, después de todo tengo mi teléfono con batería y mi cargador portátil. Así tú puedes buscar una novia linda, mientras yo exploró el mundo de las drogas y el alcohol —bromeaste mientras veías la cara del cabellos albinos, obviamente él no estaba para ese tipo de bromas pero tú simplemente eras así, no podías cambiar tú naturaleza. Te acercaste a él rodeando tus ojos mientras tomabas su mano con total confianza y esperanza para que creyera tus palabras —. Confía en mí por favor, no haré nada malo, sólo quiero gozar esta oportunidad.
—Ah... De acuerdo pero mándame mensaje cada vez que puedas, no cuando quieras. ¿Ok? Esa será mi única condición, si no recibo algún mensaje tuyo durante un período largo iré a buscarte. Así que —antes de que terminará su sermón le llegó una notificación que bien conocía por el tono en específico que tenía.
—Ahí está, mi ubicación en tiempo real. Ahora deja que vuele mamá pájaro.
Con cara de desaprobación y un poco de desconfianza te abrazo besando tu frente. Sabías muy bien la confianza que Zen te tenía, así que no querías cagarla. Pero la curiosidad por tener algún alucinógeno en tu sangre era mucho más grande, te sentias muy mierda por tan sólo pensar en eso pero después de todo él no era tu hermano o algo tuyo, no pasaría nada. ¿Verdad?
