crossover jujutsu kaisen x spy x family
loid forger x kento nanami
anya y yuuji se separaron en cuanto ambos escaparon de las instalaciones en donde ellos eran parte de experimentos por científicos malvados.
anya tiene la capacidad de leer las mente...
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––¡quedaste, yuuji! —el grito de su padre adoptivo lo saco de su ensoñación, haciendo que lo mirada y fijará su vista en aquel hombre pelinegro de cabellos largos.
—¿de verdad? —la voz de yuuji sonaba calmada y sin emoción. su padre se agachó y abrazo con fuerza el pequeño cuerpo del niño.
—si, eres increíble —el rostro del mayor se alejo y le miro con una sonrisa tan genuina que oportunamente se contagio a yuuji —. vamos a ir a ver al profesor nanami.
—¡¿en serio?! —las mejillas regordetas del bicolor se encendieron y sus ojos se iluminaron de emoción.
suguru noto aquel cambio en el niño, y su sonrisa cayó momentáneamente, y forzó su risa al cerrar sus ojos.
—claro, porqué no...
se levantó y tomo delicadamente la mano del niño, caminando en dirección a la academia, visualizando a aquel hombre rubio en la salida.
sin embargo, en cuanto pudieron avanzar entremedio de todo el tumulto, yuuji logro ver algo que le confundió. entremedio de las personas, vio de casualidad unos cabellos rosados.
a pesar de que iban a pasos lentos, él a girarse para poder cerciorarse de si era quien creía que era.
"¿anya?" pensó girandose y tratando de alcanzar a ver algo de nueva cuenta "¿cumpliste tu promesa?"
por otro lado, una niña al lado de su padre esperaba por los resultados a su ingreso de la academia, las voces de las personas al rededor le confundían, pero aún así, ella pudo captar aquella infantil voz.
una voz interrogante y tranquila decía su nombre con cierta preocupación.
—yuuj-
—¡¡lo lograste, anya!! —su padre grito a su lado, desconcentrandola y haciendo que olvide lo que estaba a punto de hacer.
a unos metros, el profesor nanami se sentía conmovido al ver a la criatura de cabellos rosados y cafés acercarse corriendo a dónde estaba.
con precaución se agachó y lo abrazo con emoción, habían pasado unos pocos días desde su último encuentro y sus emociones se encontraban a flor de piel.
las últimas noches se sentía en soledad y lo único que podía hacer era recostarse en su cama vacía y llorar, llorar por aquel niño que le había robado el corazón en tan pocas semanas.
—yuuji, te extrañe un montón...
—yo también, nanamin.
el rubio sonrió levemente y se levantó, sacudiendo sus ropas. vio a un costado, de manos en el bolsillo y de mirada perdida al padre de yuuji.
—¿qué tal tu nuevo padre?
—¿papá suguru? me cae bien —el niño miro al hombre de cabellos largos y asintio —, es cariñoso y me trata bien.
