Let Somebody Go | JOE BURROW ❣ -TERMINADA-

Capítulo XXXI

Llevaba tres días en casa, Zack tomó la decisión de darme la semana completa para estar en reposo y sobre todo para que me estabilizara emocionalmente, pues había momentos en los que me deprimía por lo que pasó, pero siempre estaba mi novio quién me explicaba una vez más las cosas para tratar de entender que no era nuestro momento, que lo positivo de esto era que todavía teníamos tiempo para comenzar a formar nuestra familia y que nos comiéramos ansias, todo era a su tiempo. Ahí comprendía que tenía razón, por lo que pronto estaría yendo a terapia para poder superar todo esto, creo que sería lo mejor; lo había hablado con Joe y él dijo que era muy buena idea, por lo que también él iría igualmente. Me encontraba sola porque a pesar de lo que sucedió, Joe no podía dejar de faltar a los entrenamientos, el coach y él me insistieron en que se quedara conmigo, pero entendía perfectamente que necesitaba estar entrenando ya que sería su regreso al campo y debía fortalecerse nuevamente, así que le pedí que se fuera y lo hizo a regañadientes.

El reloj marcaba las once de la mañana con veintitrés minutos, mi novio llegaba hasta las cuatro de la tarde, así que tenía mucho tiempo para hacer mis cosas personales, preferí sentarme frente a la computadora para editar las pocas fotos que logré tomar ese día en la sesión, así como publicar otras cosas en las redes sociales del equipo. El sonido de la llegada de un nuevo correo electrónico desvía mi atención de la edición que estaba realizando, rápidamente entro a la página web para leer de que se trataba, leo el nombre de la "NFL" en la parte de arriba, pero realmente eso no es lo que no me interesa ahora sino el nombre de "Anónimo" que aparece en el asunto. Era aquel que llegó exactamente hace unos minutos... "Cuidado, Jade Thea Bernard", era lo único que decía, no más. Los pelos se me ponen de punta al leer mi nombre completo, la persona que lo haya mandado no solamente sabía mi nombre, podría saber más de mí o de Joe, lo que comenzaba a preocuparme demasiado y recuerdo la llamada de Noah hace unos días, ¿Él estaría detrás de esto? ¿Olivia? Realmente no lo dudaba, una mujer rechazada por alguien más o un hombre despechado podrían hacer todo lo posible para arruinar una relación.

Quería hablarle a Joe, incluso comenzaba a sentir miedo estando sola por la casa, ¿Y si había alguien que estuviese allí? O, ¿Si entran y me hacen daño? Rápidamente apago la computadora y voy hacía el armario para sacar mi ropa, ya me había duchado por lo que solamente me coloco mis pantalones de mezclilla, una playera de Joe y mi chaqueta junto con mis botas, tomo un pequeño bolso para echar dinero, las llaves y mi teléfono para salir. Agradecía que Joe haya comprado un coche para mí recién que me mude con él, me enseñó a manejar y había aprendido demasiado rápido, pero hoy sería el primer día que lo utilizaría oficialmente. Tenía una opresión en el pecho, no quería seguir pensando que tal vez estaba algo por suceder, pero no podía tranquilizarme, necesitaba hacer algo para borrar esta idea de mi cabeza.

Subo al coche, encendiéndolo y poniéndolo en marcha hacía aquel lugar, no importaba si después me reprendían por haber salido de casa en vez de estar tomando reposo. Mis niveles de estado de alerta eran altos, el poner música para que inundará el coche es en vano porque no puedo dejar de pensar en esas palabras, de casa hacía donde iba eran solo quince minutos en coche, pero estos se han hecho eternos. Piso un poco más el acelerador, no mejor no, bajo la velocidad, esto me estaba afectando más de lo que esperaba, sigo conduciendo unos minutos más hasta que entro al estacionamiento, rápidamente me bajo del coche y camino lo más rápido que mis piernas me permiten, pues no podía correr debido al legrado que me habían realizado en el hospital, no es necesario enseñar mi credencial para entrar ya que el de seguridad me conoce muy bien, solo me saluda amablemente dejándome pasar. Camino por el gran pasillo que lleva hacía el campo, pero paro en seco cuando veo a Zack, este me mira sorprendido por verme allí, me acerco.

- ¿Jade?-. Pregunta confundido-. ¿Qué estás haciendo aquí?

- Vine a buscar a Joe.

- Pensé que estaba contigo-. Una punzada pasa por mi estómago-. Solo vino a decir que hoy no iba a entrenar y que iría a casa, obviamente le dije que si al pensar que tal vez estaría cuidando de ti.