AUGUST- Teen Wolf

II

La rubia detuvo su camino frente una casa demacrada, mucho para la sorpresa de Violet, los rastros de ceniza eran visibles en la casa, el umbral de la casa padecía una imagen destruída, y parecía estar a punto de irse abajo.

Los ojos verdes no paraba de observar cada minúsculo detalle de la casa, al parecer, no había ni un rastro de vida tanto humana como animal.

Las características de la casa cumplían con las exactas explicaciones que le dió su abuela antes de su viaje.

Dió vuelta esperando ver al Hale que vivía en aquella casa, vió con detenimiento cada detalle del bosque tratando de encontrar un rastro del hombre lobo.

—¿Buscas a alguien?

Casi se desploma en la tierra al escuchar una voz masculina, dió vuelta rápidamente, encontrándose con un hombre alto, muy alto a vista de la fémina, era pelinegro y con una chaqueta de cuero. La ceja alzada le daba un aire de superioridad, cosa que no le agradó del todo a Violet.

—¿Eres Derek Hale?— Preguntó con seriedad, aunque dentro estaba muriendo de miedo.

—Tu debes de ser Violet— Dijo este levantando su cejas.

El corazón de Derek Hale dió un vuelco, no contó que la hija de su mejor amiga se pareciera tanto a la susodicha. Su aire de misterio, pero que al mismo tiempo da paz, era tan familiar, que no podía evitar compararla con la madre de Violet, Isabella.

—Eso es un sí— Dijo la rubia con cierta duda en su voz. Al observar por primera ves al pelinegro, no pudo evitar que este le recordara el cuervo que vio en una estación, cosa que no pudo evitar que le diera gracia.

Hale la miro de pies a cabeza, detallando hasta el lunar que ella tenia en la parte de la mandíbula en la parte derecha. Sin más este se dió vuelta en dirección a la casa, Violet no esperó una invitación para seguirlo, simplemente suquetó su maleta y a rastras la llevo al umbral de la casa en la que se iba a ospedar.

La verdad que a Violet no le interesaba dónde se iba a quedar, no era una persona muy quisquillosa, estaba lo suficientemente agradecida con el hombre lobo como para reprocharle algo más.

—Tu abuela se contactó conmigo, la verdad es que no tuve mucho problema en que te quedarás, después de todo, vivir solo en esta casa me entristecía un poco.— Dijo Derek mientras caminaba en dirección hacia las escaleras.

La verdad, es que Derek quería tener al menos algo pequeño que le recordara a su difunta amiga. Isabella, fue la primera, y se atrevería a decir única amiga que lo soporto sin importar su personalidad de idiota, como ella lo llamaba.

—Gracias por recibirme, estoy muy agradecida.—Dijo Violet mientras lo seguía— Prometo que no daré muchas molestias, quiero explorar un poco el pueblo, y conocerlo mejor.

Derek contesto con un sonido, que Violet tomo como una afirmación.
Ella estaba feliz de que al fin pudiera establecer un tipo de cercanía con alguien en este pueblo, no quería que en su estadía, no hiciera al menos un amigo, quería tener recuerdos de Beacon Hills antes de volver a Inglaterra.

Hale la dirigió hacia al que iba a ser su cuarto, no era ni pequeño, ni amplio, era del tamaño perfecto. Violet agradeció eso, ya que ella no era de tener muchas cosas, ella creía que era bueno tener lo justo y necesario, y no tener cosas de más que probablemente no usaría en su vida.

Con un pequeño agradecimiento, está se dispuso a ordenar su cuarto, quedándose de en vez en cuando mirando la vista que la ventana le proporcionaba.

El camino era agradable, ella amaba otoño, amaba sentir el suave viento tocando su cara, amaba ver las hojas que caían de los árboles. Para ella el sinónimo de otoño es paz.

Vio un pequeño banco que estaba en medio del camino, se sentó, mientras observaba el sector con tranquilidad.

Se puso a pensar en lo mucho que había cambiado su vida en tan pocos días.

Había descubierto que venía de una familia con poderes, se mudó hacia el pueblo de origen de sus padres.
Su abuela le había mencionado que antes de mudarse en Inglaterra, ellos vivían en Beacon Hills, acá fue donde floreció su amor, acá fue donde Violet nació, así que ella sabía de antemano que algunos de los habitantes de este pueblo conocen a sus padres, y con una pizca de suerte, a ella.

Ella también sabía algo que su abuela le tuvo escondiendo durante años.

Era que ella sabía que sus padres no habían muerto en un accidente de auto solamente porque si. Porque además, no era casualidad que ella era la única sobreviviente, porque por lo que recuerda, un forense le dijo que el impacto vino de la parte izquierda, justo donde ella se sentaba.
Eso despertó la curiosidad en Violet, porque era ilógico que ella hubiese salido ilesa de aquel trágico accidente y que sus padres hubiesen muerto, cuando ella fue la que recibió el mayor impacto.

La idea de que ellos estuvieran vivos fue descartada casi de inmediato, ella misma vio los cuerpos de sus padres cuando le pidieron que identifique sus cuerpos, esa imagen aún sigue aterrorizando a Violet en su más horribles pesadillas.

También ella tenía la teoría de que sus padres hubiesen planeado todo eso, pero la verdadera pregunta era: ¿Por qué lo hicieron? Ella pensó en la probabilidad de que escapaban de algo, pudo haber sido de una vida de la que no estuvieron satisfechos, pero era poco posible, ellos eran muy transparentes con sus sentimientos, y nunca han tenido un gesto de desagrado hacia la vida de ellos mismos.

Ella misma se sorprendía de su capacidad de hacer teorías, sabía completamente que tenía un coeficiente intelectual alto, su inteligencia la sorprendía hasta a ella misma. Pero no era de esperarse menos de una chica que se la paso encerrada en la biblioteca de la mansión leyendo los múltiples libros de variados temas. Era obvio que tenga tanta información.

Eso le hizo recordar que mañana tenía su primer día en la secundaria de Beacon Hills, tenía que admitir que estaba nerviosa. Nuevos amigos, nueva escuela, nuevas normas, y muchas cosas más que Violet se abstenía de pensar porque el solo hecho de pensar eso le daba náuseas. Pero ella supuso que no debería de ser tan diferente a la primaria que asistía en Inglaterra.

Desvió su mirada verdosa del pavimento y la desvió al cielo, encontrándose a ella misma contemplando un hermoso atardecer.

Se quedó unos minutos más, hasta que decidió que era momento de volver a la casa de los Hale's, no quería que Derek se metiera en problemas por culpa suya.

Y con ese pensamiento, emprendió camino hacia al que ahora era su hogar