Prólogo

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Es de noche, el frio se hacía presente debido a que el invierno se acercaba, las hojas secas del otoño en el piso eran bañadas por el agua de la lluvia mientras que un guardia de seguridad caminaba por el campus universitario intentando cubrirse de la lluvia, estaba haciendo su recorrido habitual que por lo general hacia con su compañero, pero esta vez al parecer tubo un mal presentimiento, y por esta razón tuvo que hacer el recorrido solo. Caminaba rápido para poder volver a la casilla de vigilancia, paso del edificio de artes al de humanidades, el edificio era viejo y de madera, cuando alguien caminaba por sus pasillos hacia un sonido tan evidente y escalofriante que le helaría la piel a cualquiera que estuviera solo, le daba una extraña sensación cada vez que entraba en aquel edificio era como si lo vigilaran a él en vez de que él vigilara el lugar, la universidad era antigua y obviamente los rumores sobre fantasmas abundaban entre los estudiantes. Sin embargo, para el guardia eran simples rumores, estaba solo y si le llegara a pasar algo por lo menos tenía su radio para poder comunicarse con su compañero u otro guardia que este en las cercanías, siguió caminando, provocando el tintinear de sus llaves que colgaban de su cinturón, hacia bastante frío por las noches, pero esa noche la temperatura era más baja de lo habitual. El viento corría golpeando las ventanas y haciendo que se escuchara silbidos por entremedio, estaba tenso, sus músculos estaban preparados para correr en cualquier momento, pero de un momento a otro el viento paro, un silencio sepulcral se presentó a su alrededor, siguió caminando unos segundos cuando claramente escucho unas pisadas en la madera en el piso a unos metros atrás de él, el crujido del piso hizo que dejara de caminar, era imposible que alguien estuviera atrás de él, imposible, hubiera escuchado los pasos, pero no lo había hecho, apretando su linterna en la mano se dio media vuelta y apunto con la linterna el lugar donde había escuchado ese paso, le temblaba la mano, no sabía si llamar a su compañero o alguien que estuviera cerca para investigar el lugar de donde provenía el sonido, estaba asustado, ya no se sentía seguro en aquel lugar, se acercó lentamente a la puerta y cuando miro en dirección hacia el salón se dio cuenta de que había una ventana abierta, esta tiro al piso unos libros, soltó un pequeño respiro de alivio y camino hacia la ventana para cerrarla, cuando tomo los libros para dejarlos en su lugar vio algo a través de la ventana, era nieve, había empezado a nevar, era una bonita escena, la nieve caía en el árbol central del patio interior cubriéndolo de poco a poco pero ese momento de paz fue interrumpido al ver una silueta de alguien con un bolso en el reflejo de la ventana cuando la cerro, cuando apunto con su linterna esta desapareció y pensó que era su imaginación, pero al momento de darse vuelta, enfrente de él estaba parada una persona, lo golpeo tanto que la sangre salpicaba todas la superficie del piso, el hombre que apenas respiraba vio como la persona tomaba su radio y hablaba por esta, el compañero del guardia se encontraba viendo las cámara de vigilancia cuando recibió la señal del radio:

- ¿Qué ocurre Alan?, ¿ya te measte del miedo? -dijo este riéndose del miedo de su compañero al escucharlo respirar por la radio.

- Mearse no, pero probablemente se cago. -en ese momento dejo de reírse, no era la voz de su compañero era alguien más- Sí, dejo un buen desastre.

- ¿Quién eres?, ¿Qué le hiciste a Alan?

- No tuvo que haber venido solo, Barry.

- Como... -un escalofrío recorrió por su espalda, la persona al otro lado de la radio sabia su nombre y el de su compañero.

- No fuiste un buen amigo ni compañero, ¿Qué piensas Alan? -por la radio se escuchó como gritaba de dolor y terror, se levantó de la silla y empezó a correr hacia donde había ido Alan- Es una lástima sabes, tenías una bonita cara. -un ruido seco corto la señal, era silencio hasta que escucho un grito de horror por parte de su amigo, comunicó a los demás guardias de los sucedido mientras corría en la dirección del grito, corrió lo más rápido que pudo, tuvo que haberlo acompañado, no tuvo que haberlo dejado ir solo, la respiración le faltaba y cuando llegó al área busco por todos los salones, uno por uno reviso cada uno de los salones, pero estaban todos cerrados menos uno, cuando entro vio todo normal, las sillas estaban en su lugar y nada era fuera de lo común hasta que se acercó a la ventana en el piso frente a este había unas gotas de sangre pequeñas pero visibles, al agacharse para ver mejor sintió como algo cayo en su cabeza, se tocó en la zona donde había caído el líquido y efectivamente era sangre, cuando retrocedió vio como caían más gotas frente a él, entonces lo vio, un cuerpo colgando del techo, tenía el rostro deformado de su boca salía un ramo de flores blancas manchadas de sangre escarlata y de su estómago salían aún más flores junto a sus entrañas que formaban un lazo en el ramo de la boca, el dio un pequeño grito del susto y cayó al piso, la escena era bastante perturbadora pero lo que le helo la sangre fue que su compañero aun intentaba hablar y lo miraba fijamente:

- Alan -Barry tenía su mano en su boca.

- T...u..uy...e.... ba...bar..rry... -Alan trataba de decir unas palabras pero al intentar hablar chorreaba sangre de su estómago, en el momento que sus compañeros entraron y vieron como el cuerpo del techo, este cayó encima del guardia junto a un grito desgarrador que decía "UYE", Barry no podía parar de gritar del pavor, sentía la sangre caliente de su compañero encima y sentía como este se retorcía, pero lo que lo dejo en shock fue al ver que su compañero no paraba de mirarlo fijamente incluso estando muerto tirado a su lado con una sonrisa en lo que quedaba de su rostro desfigurado y escucho por la radio la voz, esa terrible voz.

- Tic tac, tic tac el reloj no parará hasta terminar lo que está por empezar. -una risa macabra sonó desde la radio de Alan, en el momento que del cuerpo inmóvil de Alan empezó a sonar una canción de una caja musical la cual paro cuando la voz volvió a decir una frase que los dejaría helados a todos los presentes- detrás de ustedes...

The DollDonde viven las historias. Descúbrelo ahora