The Doll

2.- Frío.

Luego de que el hermano de husky se fuera quedo sola junto al detective Langdon que miraba como ella arreglaba sus cosas para irse, él estaba sentado en el sillón mientras husky terminaba de cerrar su mochila con sus cosas, este no pudo evitar ver las marcas moradas en su cuello, eran tonos entre morado, verde y amarillo, se detuvo a pensar en el momento que encontraron el cuerpo de aquella chica parecida a la que estaba frente a él. El hecho de que había conversado con ella una hora antes de lo sucedido lo hizo sentir un nudo en el estómago pero al saber que no fue ella y que en cambio la habían atacado no lo hacía sentir mejor, esa persona murió por el simple hecho de parecerse a ella, la miraba detenidamente tal vez demasiado para su gusto, cuando esta lo miro para indicarle que ya había terminado ambos fueron hasta su auto para ir a conversar a un café, mientras conducía ella miraba apoyada en la ventana, algo esparramada en su asiento, pero cuando se dio cuenta de que ya estaban por llegar corrigió su postura y pidió disculpas por haber estado sentada así en su auto, ambos bajaron del auto y fueron a sentarse en una mesa junto a un gran ventanal el cual dejaba entrar un poco del sol invernal que los cubría. Al beber un poco de café este noto que la mujer frente a él solo miraba por la ventana, el sol hacía que sus rasgos se marcaran más, sus pómulos, sus largas pestañas, su cicatriz rosada en la mejilla y sus grandes ojos marrones que daban una mirada perdida hacia la ventana:

- Al parecer no tuve la oportunidad de preguntarle como se siente, tal vez esa pregunta le molesté más que dar la respuesta a esta. -ella ladeo una sonrisa amarga, pero sabía que era esa sonrisa confirmaba lo que él había dicho.

- ¿quiere que le diga lo que le digo a los policías o a los doctores? -dijo bebiendo un poco de su taza, la voz de ella era un poco áspera pero no era algo extraño después de todo la habían estrangulado con bastante fuerza.

- Dígame lo que usted quiera decirme -sus manos se mantuvieron unidas a la taza mientras pensaba en su respuesta, se veía bastante indecisa al responder por lo que solo soltó un suspiro.

- Creo que no me recuperado del todo -lo miro con preocupación, temiendo de que aquella persona frente a ella la juzgara.

- Esto lo dice por lo que presencie hace un rato ¿no?

- Si. -miro al hombre fijamente recuperando algo de confianza y poniéndose un poco a la defensiva- quiero saber algo primero antes de seguir respondiendo sus preguntas.

- ¿Qué desea saber?

- ¿lo envió la policía? O ¿solo vino por curiosidad? -la pregunta de ella lo había dejado un poco sorprendido, el agente Drawin lo había enviado para tener un seguimiento, pero no pudo evitar leer un poco del expediente de ella, una chica con un pasado tanto oscuro, su mente podría ser un tanto turbia que a la vez de interesante.

- Si, me envió el agente Drawin para un seguimiento de su estado mientras sigue la investigación.

- Lamento si mi pregunta lo incomodo.

- No se preocupe, me gustaría saber el porqué de su pregunta si no le molesta.

- Periodistas, vinieron a preguntar si sabía quién era la mujer que me ataco haciéndose pasar por un policía. -lo miro pensando en que este estaría un poco tenso, pero este solo la escuchaba con atención- Una enfermera los encontró antes de que pudiera contestar, bueno la verdad es que tampoco hubiera podido contestar, me habían estrangulado y no podía hablar bien.

- entiendo, debió haberla molestado.

- la verdad es que no me importo, pero a mi hermano sí que lo molesto. -volvió a beber de su taza mientras que el detective la analizaba antes de volver a hacerle una pregunta.

- su hermano, ¿en que trabaja?

- Es el dueño de una cadena de cafeterías en la ciudad. -el silencio predomino a su alrededor, no era incomodo en lo absoluto, era bastante agradable su presencia pensaba ella haciendo que sus pensamientos abrumadores se fuera unos segundos para poder tener una conversación normal con aquella persona- ¿usted desde cuando es detective?