Simplemente no se puede olvidar

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Ya se sentía algo obligatorio tener que hablarle, después de todo su amistad inició desde que sus recuerdos mas alegres aparecían, por ende su magia se acabó. Se convirtió en algo totalmente antiguo, un libro viejo que se cansó de leer.
Aunque aquellas sillas aguardaban sus mayores secretos. Aunque la mayoría del tiempo se la paso con él y sus tiempos juntos era algo valioso... era ya algo tomado como una tontería, olvido las sillas, olvido los secretos, olvido el tiempo compartido y olvido la esperanza de todos los días levantarse y verlo.
Recordó todo el dolor y la tristeza causada, recordó los monótonos días.
Pero jamas olvido su sonrisa. Solo al verlo tenia la obligacion de recordar.

Cartas de JuliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora