Un soleado día de primavera, Nenu el conejito lloraba en su cama, pues sus amigos no le hablaban hace ya un tiempo.
Su pelaje siempre brillaba de lo blanco que era, sin embargo ese día estaba más oscuro, pareciéndose de a poco al negro.Entonces, volando, llegó su amigo Mario mariposa a la madriguera y casi no pudo reconocerlo al verlo gris oscuro.
Lo saludó moviendo su manito pero el conejo no respondió. Mario no entendía por qué Nenu estaba tan triste pero quería que se alegrara por miedo a que sucediera lo que contaba la leyenda de aquel valle: contaba que un conejo hace mucho tiempo se sentía tan triste que su cuerpo se fue oscureciendo lentamente hasta quedar color negro, y así se mantuvo para siempre, además de triste.
Mario fue volando a buscar a sus otros amigos, entre ellos la mejor amiga de Nenu: Ari, la cierva.
Ellos volvieron juntos a la madriguera y encontraron al conejo más oscuro que la última vez, rápidamente Bella la perrita entró y trató de hablar con Nenu pero este no le respondió, luego de un rato entró Lu la mariquita y luego Baron el perrito, quien a pesar de que hizo bobadas no logró que el conejo sonriera.
Todos tuvieron su turno de intentar inútilmente entender qué le pasaba a Nenu de diferentes maneras, hasta que le tocó a Ari, quien no estaba ahí. Apareció un rato después con dos bolsas y entró sabiendo que era la última oportunidad de ayudarlo.
Ya adentro saludó, dejó las bolsas sobre una mesa y se sentó en una cama al lado de Nenu. Ella notó que estaba prácticamente negro y que en cualquier momento iba a terminar de teñirse de ese color, cumpliéndose la profecía. Fingió no darse cuenta y preguntó:
-Así que estás triste...¿Se puede saber por qué?- no recibió respuesta.
-Bueno, como parece que te quedaste sin lengua voy a hablar yo...La verdad te extrañamos mucho allá afuera, además está lindo el día y queríamos salir a jugar.- al no notar respuesta fue a buscar una de las bolsas y trajo dos chocolates en mano.
-Espero que te acuerdes de que prometimos traernos golosinas cuando estuviésemos tristes, estas bolsas tienen chocolate, gomitas, galletitas y gaseosa.- dice y le ofrece uno de los dos chocolates.
Por fin Nenu reaccionó: extendió su mano, agarró la golosina y las comieron juntos. Después de un rato él empezó a llorar, entonces Ari lo abrazó y le acarició la espalda.
-Según estudios científicos, cuando los problemas son muy grandes es mejor contarselós a alguien- bromeó ella esperando un silencio, pero en cambio el conejo habló:
-Me...Me siento solo, como si ustedes estuviesen enojados conmigo...Pero no sé por qué...- dijo entre lágrimas.
-¡¿Es eso lo que te tiene tan mal?!, ¡¿Y por qué no nos preguntaste por qué no te hablábamos?!
-Yo...Pensé que estaban cansados de mí...Y hoy cuando vinieron...No supe cómo hablarles, me avergonzaba la idea de estar dramatizando.-
-¿Sabés? No eran "ideas tuyas", no te hablábamos porque estábamos planeando una sorpresa para vos y nos daba miedo terminar contándote, pero no debimos haberte ignorado y menos dejarte pensar que estabas siendo dramático, nosotros fuimos responsables de meterte en esa situación.-
Nenu paró de llorar y la abrazó fuerte, entonces su color empezó a aclararse.
-¡Tu pelaje!, ¡Tu color blanco está volviendo!- Dijo Ari con lágrimas en los ojos.
-¡Es verdad!, ¡Gracias Ari! Te quiero mucho- Ari soltó el abrazo y le agarró los hombros.
-Yo también te quiero mucho Nenu, y quiero disculparme en nombre de todos nosotros, no hablarte estuvo mal y no volverá a pasar pero ¿Podrás perdonarnos?- ve borroso al conejo, ambos con los ojos llorosos.
-Obviamente que los perdono Ari, son mis amigos por siempre, los únicos que se preocuparon por mi estado hoy y me salvaron de la profecía. Y vos...Sos la primera que me pide perdón honestamente en toda mi vida.- abraza a Ari una última vez para calmar su llanto.
-¿Qué te parece si invitamos a pasar a los demás y comemos lo que sobró?- propone Nenu para cortar la tensión, ella acepta.
Así lo hicieron, les explicaron qué había pasado y todos tuvieron oportunidad de disculparse con él, terminaron el día entre pelis y golosinas.
Desde ese momento, Nenu y sus amigos aprendieron que la mejor forma de resolver problemas era la comunicación, ya que verbalizar les ayudaría a entender mejor la perspectiva del otro.
Con esta nueva herramienta los desacuerdos no duraron más de dos horas y, a grandes rasgos, vivieron felices para siempre.
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Random Stories.
RandomHay veces en las que me inspiro, dejo volar mi imaginación y acabo escribiendo historias cortas como estas, me gusta recopilarlas para verlas en el futuro, ya sea entre risas avergonzadas o lágrimas nostálgicas. Comentarios adicionales: •| Actualiza...