cuatro pastelitos🧁

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-escucha quiero qué lo trates mal, indiferente. Quiero que ese blondo tenga un trato fatal ¿Entiendes Kim?.

-si señor.....

-cuando entre a mi oficina, lo primero que aras es ponerlo a prueba. Ya sabes que hacer, ahora retírate-ordenó el varón.

Su secretario dio una reverencia saliendo de la vista de su jefe. Jungkook giró en su asiento analizando con una sonrisa ladeada, lo que haría pasar al chiquillo.

Tal ves ese inepto blondo, había caído en las garras de su esposa, y tal ves, solo tal ves ese niño no tenía la culpa de su desgracia; no obstante su credibilidad no quedaría en el piso por una simple y estúpida jugada de su esposa.

-Lisa, tomarás las consecuencias de tus actos. Nadie se atreve a jugar con el apellido de mi familia, nadie...robara nada de lo que tanto tiempo mi padre, mi abuelo y mi persona hemos logrado. Primero tendrás que jugar muy bien tus cartas "querida"-vociferó con odio y furia.-ese niño no dudará ni un solo día. ¡Jum!....me divertiré con el, lo más que pueda....

Jimin soltó el aire contenido mientras intentaba dar un paso más con dirección al edificio de los Jeon.

"-advertencia número uno: Jamás, dejes que Jungkook te mire directamente a los ojos. Él tiene el peculiar don, de leer los más oscuros secretos de las personas con solo deducir lo que sus ojos muestran. No lo tomes a mal, pero eres muy obvio Jimin-".

-buenos días....-dijo poniendo su currículum, con la secretaria del living. Era un enorme edificio, demasiado para sus ojitos que jamás habían visto tal magnitud de poder.

Lisa le había explicado con lujo y detalle lo que tenía que hacer. Antes que nada tenía que tener un lugar en la compañía con Jeon, y ser alguien para poder proceder al plan.

"-segunda advertencia: nunca, nunca, dejes qué la gente de mi esposo te humille. Tal ves, traten de manipular tu bella cara, y usen tu pureza para burlarte de ti...incluso tu mismo objetivo-".

-Piso doce, ahí le entregaran su credencial de trabajador-dijo la mujer haciendo una leve inclinación. Jimin parpadeó confuso, pues parecía qué Manoban había echo todo.

-gracias....-hizo una reverencia, apartándose del lugar y caminar entre las personas. Realmente no podía creer que pisara un piso tan deslumbrante con personas importantes.

"-tercera advertencia: la más importante. No te enamores de él.-".

Salió del ascensor con unas cuantas personas. caminó por el pasillo con una sonrisa nerviosa. No sabía cómo debía actuar, si elegante, respetuoso, o simplemente ser el mismo.

Respiró lo más calmadamente posible, arregló su traje uno tan formal, oscuro como su cabello y pegado a su delgada cintura; no quería vestir a si, pero Lisa había insistido, no tenía de otra. Tomó el agarradero de la puerta de vidrio entrando a la resecepcion de la oficina de Jeon.

-hola-su mirada dio con un hombre alto, moreno, y sonrisa cuadrada, una sonrisa muy peculiar.

-h-hola-no pudo evitar su timidez al hablar. Era de esperar de un chico, que a sido dulce y amable todo el tiempo. Kim había reaccionado ante la dulce voz del blondo, Intuyendo en ese instante que ese chico era un amor de persona, sin embargo:

tenía órdenes específicas y tenía que cumplirlas.

-¿Disculpa necesitas algo?-dijo con su voz indiferente, confundiendo al menor.

Jimin asintió, recordando los papales que llevaba en si. Kim no pudo evitar hacer una mueca ante la torpeza del blondo. No podía cuestionar las razones de su jefe, y tampoco podía hablar sobre ello, ya que perdería su trabajo.

♡𝑷𝑨𝑺𝑻𝑬𝑳𝑬𝑺 🧁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora