1. WONDERLAND

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Abrí los ojos luego de asentarme en la realidad, extendí el brazo por encima de mí, alcanzando el buró junto a mi cama para presionar con cuatro dedos el botón del despertador, ni siquiera era consiente de la insistente alarma en realidad simplemente era un acto reflejo de una rutina repetitiva.

Devolví mi brazo al interior de las sabanas y escuchaba el tic-tac del reloj tan alto que creí que estaba dentro de mi cabeza, podía ver todo un sistema de engranajes dentro de mi cerebro seguir un ritmo entorno al segundero que se acompasaba con mis parpadeos.

Sentí que la cama estaba suspendida en un vacío, yo sobre ella meciéndome en la nada, de pronto rotando en un desplazamiento sin sentido.

Estaba mareado, cerré los ojos y tragué mi saliva, sentía la garganta seca y los labios partidos, mi paladar parecía de cartón.

Nuevamente pensé que esto no era real, que despertaba de un sueño sin despertar realmente, que ya había pasado esto antes, en el punto en que volvía a abrir los ojos se repetía; la sensación, el reloj, el mareo, sin poder recordar que estaba soñando antes de despertar.

Me levante de la cama por que debía hacerlo, por alguna razón algo me impulsaba a seguir con "el rol" sin embargo seguía fuera de lugar, como si estuviera en una dimensión desconocida, un mundo artificial, creado seguramente por mis recuerdos de algún tiempo donde ya había vivido algo similar.

Camine con mis pantuflas blancas, la alfombra amortiguaba el sonido de los pasos. Aun no podía recordar nada.

"¿Qué debo hacer?"

Me toque las sienes con la punta de mis dedos, se avecinaba una jaqueca, otra vez.

¿Qué estaba soñando?

"Todo era blanco" susurre. Cerré los ojos con fuerza de pronto mucha luz evitaba que me concentrara.

La habitación a mi alrededor parecía vacía, blanca y una ventana estaba abierta; la cortina estaba corrida y dejaba entrar una luz incandescente, demasiado insoportable.

"¿Hacia-

Caminé despacio, la puerta estaba cerca, la manija; solo debía alcanzarla...

- donde-

Tome la manija con mi mano dominante y la otra seguía sobre mi sien, yo aun sin poder ver bien, había mucha luz en mi mente... y mi voz dentro de ella me cuestionaba lentamente lo que mi inconsciente me gritaba...

-debo...-

Mis pensamientos no eran coherentes, solo había blanco dentro de mi mente, la luz era un problema, no podía ver mas allá en mis recuerdos, pero creo que escuche algo, un sonido, era una voz, pero no podía distinguir, todo era, confuso...¿Me hablaba a mí?

-ir..."-

La puerta se abrió, alguien mas estaba ahí, casi me golpea el rostro, pero se detuvo cuando me cubrí por instinto de no recibir el golpe de lleno.

Entonces la voz de la otra persona le dio forma a la habitación, el color apareció impregnado del gusto hogareño, y los muebles aparecieron como si nunca hubiera estado vació ahí mismo. La ventana junto a mi realmente estaba abierta, la cortina corrida y la luz del sol colándose por esta pero sin la incandescencia que había notado antes.

-¡Giyuu!- exclamó la voz preocupada, quizás asustada, no debí ser tan sigiloso, creo que no esperaba hallarme aquí.- ¡Santo cielo! Casi te arrollo con la puerta- cerró la puerta con un sutil movimiento de su mano y se acerco nervioso.- ¿que te pasa? ¿te he herido?- realmente se oía muy asustado ahora.

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