3.IGNOTO.

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La puerta se cerró, Kyōjuro se quedó observando hacia la ventana en el centro de la habitación. Se mesó los cabellos y mordió sus labios intentando calmar la ansiedad que hacía mella en él.

Su corazón golpeaba en su pecho bajo el ritmo tortuoso de la creciente angustia, sin saber por dónde empezar a ordenar todo ese desastre, del cual era colateralmente causante.

No fue consciente en que Giyuu quedaría tan afectado, mucho menos que obtendría secuelas con las que lidiará el resto de su vida. Eso era horrible. Nunca se imaginó que causarían tanto daño a una persona inocente.

Pero se involucró a tal grado de enamorarse; quizás haya sido la compasión,la ternura del otro, su ingenuidad o su total ignorancia de la realidad.

Abrazó el engaño creyendo que dominaba la situación, con el deber de extraer el Santo Grial de la amnesia psicógena del sujeto. Alevosía en cada uno de sus actos, cuando le escuchó decirle por primera vez palabras de amor con tanta seguridad que lo hizo sentir miedo de sus retorcidos deseos por la pura imagen de esos ojos oscuros, azules; dos abismos.

Cayendo sin piedad en una cruel y trastornada pasión. Quizás estaba condenado, terminará consumido en el noveno infierno.

No tenía derecho y sin embargo no había arrepentimiento de sus desviados sentimientos.

El amor por Giyuu era genuino, desdichadamente surgido de engaños que odiaba tener que aceptar.

Pero era más fácil creerse sus propias mentiras, manteniéndolo prisionero mientras era el causante de tan sublime afección. Hasta que no soportó más su lado cuerdo, cuando se dió cuenta de que Giyuu cayó enfermo; epilepsia que le arrancó sus recuerdos, su identidad y seguramente la cordura.

Y todo por su culpa.

Ahora debía terminar con el cuento de hadas para rescatar la vida que decidió tomar para cumplir con su deber.

No estaba dispuesto a ver a Giyuu morir, no iba a permitir que sellaran así su destino, si es que aún fuera posible que le quedara uno. Tenía que liberarlo aunque las consecuencias le arrancaran la oportunidad de estar con él.

POV GIYUU.



Me quedé sentado en la cama, ocultando la cara sobre las rodillas y abrazando mis piernas con fuerza.

No escuchaba nada de lo que pasaba allá abajo, empezaba a creer que se habían ido.

La mirada de Kyōjuro que hace un rato había visto, me ponía ansioso, estaba seguro de que ahora pensaría que Tengen y yo teníamos algo.

Una parte de mí, moría por suplicar perdón, aun cuando no había hecho nada y otra parte se encendía de enojo porque él se ausentaba sin mayor culpa, actuando como si no pasara nada. Me dejaba solo.

Cuando comprendí que esto llevaría un buen tiempo, me acurruqué en mi lugar, me hice un ovillo y me abracé con fuerza.

La incomprensible soledad que me aquejaba desde hace algún tiempo calaba en mis entrañas como agua helada, sostuve la respiración cuando cerré los ojos para enfocar la idea de, por qué todo daba vueltas como un círculo sin principio ni fin. Cuando unas preguntas brotaron de mi como señalizaciones de ALTO.

¿Por qué no recordaba caminar por el pueblo?

¿Por qué no había recuerdos de conversaciones banales con otras personas?

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⏰ Última actualización: Apr 08, 2023 ⏰

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